La tímida reactivación del empleo se centra en las empresas exportadoras

El poco empleo que se está creando después de doce meses de destrucción continuada - 3.400 en el último trimestre del pasado año- tiene que estar agradecido a la mejora de las exportaciones a Alemania, Francia y a los países emergentes. La demanda de bienes de equipo empieza a animar a las firmas que negocian con el norte, mientras que los departamentos comerciales de las que trabajan con el resto de España apenas si logran contratos.

"De momento, las buenas noticias llegan del norte", explicó ayer el viceconsejero de Trabajo, Carlos Zapatero, para visualizar que las únicas empresas con capacidad para aumentar sus plantillas son aquellas que colocan su producto en los mercados que ya traccionan la economía de la Unión Europea (UE). En su opinión puede haber un ligero retroceso en enero y febrero porque "son meses tradicionalmente malos desde el punto de vista del empleo", pero todo parece indicar que será solo un accidente y que, como la mejora de la economía es un hecho, "para mediados de este año la creación de empleo podrá ser ya algo más evidente", sostiene.

"Algunas empresas prescinden de las subcontratas", denuncia UGT

"El plan de los 7.000 empleos del Gobierno vasco no computa todavía"

Todas las opiniones coinciden en esa línea de moderado optimismo respecto de la definitiva reactivación del mercado laboral. Fuentes del Círculo de Empresarios precisaron que las sociedades que han logrado invertir la destrucción de empleo aunque sea de manera tímida, son las que proporcionan bienes de equipo. Empresas carroceras como Irizar, alguna siderurgia, las más internacionales que desarrollan máquina herramienta y las que trabajan para el sector petroquímico, ya que la subida del precio del barril de petróleo ha reactivado muchos proyectos, están entre las que más pueden crecer.

Las empresas vascas de tubos, líderes en el mercado español y europeo, están detectando un ligero incremento de ventas en subsectores como las carroceras de autobuses prácticamente en toda Europa, y de manera especial en los países más orientales. Aunque tímidamente y quizás a modo de reposición de reservas, también han crecido las ventas a las compañías petrolíferas, después de un 2009 de desplome del mercado. "Crean empleo empresas que como Sener, CAF y otras que proporcionan bienes de equipo. También alguna siderúrgica, pero todavía es pronto para ver cómo se desarrolla 2010", citaron desde el Círculo de Empresarios, "Todo parece apuntar a que la demanda interna va a seguir ralentizada en su vertiente del gasto privado, con lo que la economía apenas si creará empleo este año", indicaron.

El Puerto de Bilbao también ha constatado un crecimiento de la actividad y el sindicato de Transporte por carretera Sintrabi confirma que las cargas vuelven a circular entre Bilbao y las capitales europeas, aunque a un ritmo todavía muy suave.

El Gobierno vasco resaltó ayer que el dato de creación de empleo, aunque insuficiente para reducir la tasa de paro- es doblemente importante porque en esas cifras no ha influido el plan del Departamento de Empleo para incentivar la contratación de 7.000 personas. El plan fue aprobado a finales de diciembre y ahora se empiezan a recibir las primeras solicitudes de los ayuntamientos vascos.

Felipe García, de UGT, aunque coincide en que es mejor empezar a crear empleo que no hacerlo, duda de esté sucediendo con naturalidad. "Hay un componente de ese crecimiento que está vinculado a las ayudas a sectores como automoción y obra pública", dice, para a renglón seguido dudar de que cuando las ayudas cesen, el empleo siga creciendo. Pero, además, cree que se está produciendo un fenómeno que puede explicar el hundimiento del sector servicios. "Muchas empresas prescinden de ciertas subcontratas, y dan esos trabajos a la plantilla que, debido a la caída de las ventas, tienen poca tarea". En su opinión no es normal que una subida del empleo y ventas de la industria y de la construcción no arrastre al sector servicios.

Confebask se limitó a comentar ayer que el dato "abre una puerta a la esperanza de que lo peor se está quedando atrás". Su preocupación es preparar las condiciones para afrontar con garantías la próxima fase de recuperación económica sobre la base de un nuevo modelo. Ya a finales de año, la patronal vasca pidió a las empresas que trabajen duro en la optimización de los costes, en la mejora de la productividad y en alinear los gastos salariales con su situación real. A los sindicatos les planteó que mantengan una "actitud flexible y abierta" para negociar nuevas fórmulas de flexibilidad laboral. Más de la mitad de los trabajadores vascos tienen pendiente renovar sus convenios.