La tragedia distingue entre ricos y pobres
El seísmo hunde a los marginados, pero sólo roza los barrios distinguidos
Los habitantes de Cité Soleil, el suburbio más peligroso y depauperado de Puerto Príncipe, cargaron a sus muertos para arrojarlos en otras zonas menos miserables de la capital haitiana. Sabían que después del terremoto nadie acudiría a recoger los cadáveres a un barrio donde la expresión más común sigue siendo: "Tengo hambre".
Por el contrario, el acomodado distrito de Pétion Ville resultó casi indemne. "No hemos notado la escasez", explicaba la directora de un hotel que sigue intacto tras el seísmo. "Casi ningún edificio se ha visto afectado en esta zona".
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