Exposición sindical
Miles de trabajadores exigen en Madrid la protección de sus salarios y creación de empleo
La movilización sindical que reunió ayer en Madrid a miles de trabajadores fue una demostración dirigida sobre todo a cohesionar las propias fuerzas ante el reinicio del diálogo social, tras su ruptura el pasado verano. Por primera vez, los agentes sociales estarán presentes en la conferencia de presidentes autonómicos, que se reúne mañana con el objetivo de coordinar la aplicación de las medidas proyectadas en la Ley de Economía Sostenible. El paso siguiente será ya el inicio formal de la negociación tripartita de sindicatos, Gobierno y patronal. Lo que ayer se quiso dejar claro es que las políticas que deben impulsarse para crear empleo no deben realizarse a costa de los trabajadores.
Esta reanudación ha sido posible porque el Gobierno, y también los sindicatos, han aceptado que la reforma laboral pueda formar parte de la agenda, aunque excluyendo que sólo consista en (o incluya) el abaratamiento del despido. La patronal exigía hablar de esa reforma, sin precisar su contenido, pero dando por supuesto que no dejaba fuera esa cuestión. También ha sido necesario que la patronal aceptase hace un mes desbloquear la negociación de los convenios colectivos, embarrancada por el incumplimiento de las subidas pactadas para 2009 con el argumento de la inflación negativa. Hay un compromiso de cumplir lo pactado y recurrir a los tribunales en los casos de desacuerdo, y una propuesta sindical de pacto salarial para el bienio 2010-2011.
Pero el eje del diálogo será el tema del empleo, el problema central que reunió a los asistentes a la manifestación. La expectativa gubernamental de que puede estar próximo el fin de la recesión se acompaña de advertencias sobre el mantenimiento del paro por un periodo largo. La cuestión planteada es si ese desfase temporal entre crecimiento económico y creación de empleo puede acortarse mediante reformas del tipo de contratación como las producidas a la salida de anteriores crisis.
Ahora más bien se plantea reducir la excesiva dispersión de tipos de contrato y sobre todo equilibrar la dualización entre fijos y eventuales, que penaliza especialmente a los jóvenes (el paro entre menores de 25 años ronda el 40%). Junto a medidas de incentivación de la contratación de jóvenes, el Gobierno plantea como prioridad de la negociación la aplicación del modelo alemán de sustituir despidos por reducción de jornada con menor salario compensado con subvenciones públicas.
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