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El jefe de los servicios secretos de Irán amenaza a Rafsanyaní

Amnistía Internacional denuncia la escalada de represión y torturas

Ángeles Espinosa

El ministro iraní de los Servicios Secretos, Heydar Moslehí, lanzó ayer una poco velada advertencia al ex presidente Ali Akbar Hachemí Rafsanyaní por su apoyo a la oposición. "Aquellos que se creían seguros debieran saber que la sociedad no puede aceptar esa seguridad por más tiempo", declaró Moslehí tras acusarle de "estar contra" el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei. Sus palabras, la admisión al más alto nivel hasta ahora de las profundas divisiones en el régimen que sacaron a la luz las últimas elecciones, constituyen también un reconocimiento de la amplitud de la oposición.

"Muchas de las fuerzas que deberían haber defendido al líder supremo se alinearon sin embargo con quienes se levantaron contra él", manifestó Moslehí citado por la agencia oficial, Irna. El ministro, que se dirigía a un grupo de clérigos en la ciudad de Qom, singularizó en especial a Rafsanyaní, una influyente personalidad que ha estado presente en la primera línea política desde la revolución de 1979. "Sorprendentemente, Rafsanyaní expresa las mismas ideas que vienen en los comunicados de los dirigentes de las recientes protestas", dijo.

El régimen acorrala al ex presidente por haber respaldado a la oposición

Moslehí también le acusó de respaldar la idea de que el líder supremo debe cesar si la gente no le apoya. Este extremo supone cuestionar el fundamento mismo de la República Islámica. El sistema instaurado por Jomeini establece que el líder supremo sólo responde ante la Asamblea de Expertos, una cámara de 86 clérigos que en la actualidad preside Rafsanyaní.

La andanada de Moslehí es la última de una serie de declaraciones de altos cargos contra el ex presidente. En las elecciones de junio, Rafsanyaní, rival político de Jamenei desde los primeros días de la revolución, respaldó al moderado Mir Hosein Musaví frente a Mahmud Ahmadineyad, el favorito del líder. Luego criticó las detenciones de quienes participaron en las protestas por el resultado.

Pero junto a la advertencia, también se intuía en las palabras del ministro la clara preocupación del régimen por la amplitud del movimiento opositor. "El complot es como un iceberg que flota en el océano. La mayor parte de él está bajo el agua, y sólo una pequeña parte resulta visible", aseguró.

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Precisamente ayer, antes del discurso de Moslehí, Amnistía Internacional denunció que las violaciones de derechos humanos se han multiplicado en Irán tras las elecciones. Su informe documenta detenciones arbitrarias, torturas y maltrato de prisioneros, incluidas violaciones y asesinatos, y pide a los responsables que investiguen lo que califica de "los peores abusos en 20 años". Además, según informó ayer la agencia Efe, el Comité Internacional de Juristas elevó a 96 el número de muertos tanto en las protestas que siguieron a los comicios como en las cárceles. Las autoridades han admitido 36 fallecidos y la oposición duplica esa cifra. Más grave aún, el grupo asegura que aún hay 428 desaparecidos y 1.800 encarcelados en todo el país.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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