"Nosotros haríamos lo posible para evitar la muerte de un huelguista"
La cita con Abdelwahad Radi es en la residencia del embajador de Marruecos en Madrid. Además del ministro, asisten otras dos personas y un equipo de televisión marroquí que graba la entrevista. "¿Por qué los medios españoles siempre están de parte del Frente Polisario?", pregunta el reportero marroquí tras el encuentro.
Pregunta. Aminetu Haidar es un problema humanitario grave para España. ¿Y para Marruecos?
Respuesta. No creo que pueda plantearse así. Se le ha preguntado si tenía una posición humanitaria y ella ha dicho que no, que era una posición política. Decidió iniciar su huelga para incomodar al Gobierno español y que éste presione al marroquí. Es un chantaje contra ambos. Quiere tomar como rehenes a los dos países.
P. Si alguien en Marruecos hace una huelga de hambre, ¿se le alimenta a la fuerza?
R. Hemos tenido casos que hemos resuelto con el diálogo. Pero estoy seguro de que si se diera una situación así haríamos lo posible para salvar a esa persona. El suicidio está prohibido.
P. ¿Tiene Marruecos parte de culpa en esta crisis?
R. Haidar renegó de su nacionalidad. No es Marruecos el que se la ha quitado arbitrariamente. Dijo que rechazaba ser marroquí. Así que Marruecos no puede sentirse culpable [ríe]. La culpable es ella. Ha cometido un acto que debe castigarse.
P. ¿Es posible ser independentista saharaui y tener la nacionalidad marroquí?
R. La propia Haidar vivía en paz en Marruecos. Se desplazaba a encuentros internacionales y volvía sin ser molestada. Cuando sus actividades comienzan a amenazar la seguridad de Marruecos el Gobierno tiene que intervenir. Se puede pensar lo que se quiera, pero de acuerdo con la ley.
P. ¿Cuál es ahora la situación legal de Haidar en Marruecos?
R. La misma de los que están en [los campos de refugiados de] Tiduf (Argelia). Como todos los que están en el exterior y actúan contra los intereses de su país.
P. ¿Cómo podría volver?
R. Si pide su pasaporte o se retracta de haber renegado de su nacionalidad seguro que se estudiará su caso. Si revisa su posición y lo pide al rey podrá probablemente volver.
P. La ONU, la UE y EE UU reclaman respeto a sus derechos.
R. No es un problema de derechos humanos sino de política. Nadie la obliga a ayunar ni la reprime o la tortura.
P. Pero la ley internacional prohíbe privar de la nacionalidad.
R. No si hay traición o guerra. Estamos en guerra con el Polisario y ella lo defiende.
P. La actitud de Marruecos da alas a la causa saharaui.
R. Es una reacción emotiva. Haidar quiere convertirse en un símbolo y los medios y la sociedad española la animan, pero ambos países tenemos una cooperación ejemplar en la lucha contra la droga, la inmigración o el terrorismo.
P. Esas referencias suenan a amenaza.
R. Nada de eso. Bien o mal, el asunto Haidar terminará pronto. Pero la relación entre España y Marruecos durará siglos. Eso es en lo que hay que pensar.
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