El PSC avisa que la ley no puede ir "contra el sector"

Respeto por la labor del Departamento de Cultura, pero nada de carta blanca. El Partit dels Socialistes (PSC) ha advertido a sus socios de Esquerra Republicana (ERC) de que la nueva ley del cine de Cataluña no puede hacerse "en contra del sector". El diputado del PSC Josep Maria Balcells, futuro ponente de la ley, considera que el anteproyecto elaborado por el Departamento de Cultura, en manos del republicano Joan Manuel Tresserras, es aceptable en líneas generales, pero pide que se ponga el acento en fomentar la industria cinematográfica y la versión original, y se hable menos de doblaje. "Nos parece bien una ley que se centre en reforzar la producción catalana y en la que la lengua sea sólo un elemento más", dijo el diputado.

Agobiados por la cuesta arriba del final de legislatura y con un electorado empachado de cuestiones identitarias, los socialistas pretenden evitar que la ley del cine derive en un debate estrictamente sobre lenguas. "No hay que perder de vista que estamos haciendo una ley sobre cine, no una ley de política lingüística", señala la dirección del PSC, que en los últimos meses ha contactado periódicamente con el Departamento de Cultura para limar asperezas. Entre los asuntos que ya han caído del proyecto inicial y que incomodaban al PSC está la pretensión de Cultura de crear una red pública de salas exhibidoras de cine. "En Cataluña, el sector privado es suficientemente potente y bien organizado como para no necesitar una red pública; como mucho se puede optar por concertar algunas salas o pantallas para garantizar una presencia del cine catalán", sostienen fuentes de la dirección el partido. El anteproyecto ya prevé que la red sea de salas concertadas.

Las precauciones de los socialistas son interpretadas por el sector como una división en toda regla del Gobierno catalán. Sin ir más lejos, el presidente del Gremio de Exhibidores, Camilo Tarrazón, dijo ayer estar "convencido" de que no hay "cohesión" en el Gobierno, con lo que espera una reforma a fondo del texto de Cultura.

También en el departamento que dirige Tresserras hay cierto temor a las presiones que puedan proceder del bando socialista, si bien se espera que los problemas lleguen más de Madrid que de Cataluña.

Aun así, mantienen el calendario previsto. "Si se agota la legislatura, nos dará tiempo a aprobarla porque la tramitaremos por el sistema de urgencia, dado que fue un compromiso del Pacte d'Entesa", afirmaba el miércoles Eduard Voltas, secretario general de Cultura.