Un millón de bávaros pide un referendo para prohibir fumar
Más de un millón de ciudadanos de Baviera (al sur de Alemania) pidieron la semana pasada un referéndum que introduzca leyes más estrictas y efectivas para proteger a los no fumadores. Se trata del enésimo cambio de tendencia en el atormentado proceso de introducción de la ley antitabaco en Alemania, y la primera vez que en un país de la UE los ciudadanos piden de esta manera una regulación más restrictiva.
La Nichtraucher-Initiative, la iniciativa de los no fumadores, logró el pasado jueves un objetivo fundamental para su causa: ha recopilado 1,3 millones de firmas, es decir, 350.000 más de las necesarias para pedir la consulta. El 13,9% de la población de Baviera ya se ha expresado a favor de una ley que prohíba el humo en los lugares públicos mucho más estricta de la actual. Los organizadores piden una votación sobre la prohibición de fumar en todos los bares, discotecas y gasolineras, aunque sean grandes.
Respuesta a la autoridad
Ha sido la primera petición popular desde hace 12 años en Baviera. Entre los organizadores se cuentan numerosas asociaciones de no fumadores, ambientalistas y deportivas. Los Verdes y los socialdemócratas del SPD ofrecieron su apoyo político. El movimiento creció como consecuencia de la decisión de la Administración, que el pasado mes de agosto volvió a permitir el humo en las tiendas de cervezas, en pequeños bares y en las grandes gasolineras, en vísperas del Oktoberfest.
El éxito de la recopilación de firmas ha sido interpretado como una derrota de la CSU, el partido socialcristiano de Horst Seenhofer, presidente del Parlamento de Baviera y ministro de Agricultura del Gobierno de Merkel.
La prohibición de fumar en los lugares públicos entró en vigor en Alemania en julio de 2008, y permitía el humo sólo en los bares que tuvieran una sala separada y dedicada a los fumadores. Sin embargo, poco después, la Corte Constitucional dio la razón a dos propietarios de pequeños bares, uno en Berlín y otro en Tubinga, que consideraban estar en desventaja frente a los grandes establecimientos, que pueden ofrecer espacios para fumadores y para no fumadores. Los demandantes lograron, de hecho, sustituir la prohibición por un régimen que obliga a los pequeños bares a tener un cartel que especifique si es de fumadores o no.
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