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Tensión entre España y Marruecos

La activista pide para sus hijos protección internacional urgente

La policía marroquí acosa a la familia de Aminetu en El Aaiún

José Naranjo

Aminetu Haidar ha reclamado a la comunidad internacional que proteja a su familia, en concreto a su madre y a sus dos hijos, de 13 y 15 años, que se encuentran "cercados" por la policía marroquí en El Aaiún, según personas que se hallan en dicha ciudad y que han confirmado que los familiares de la activista están amenazados y coaccionados por las fuerzas de seguridad para que no hablen con los periodistas españoles que se han acercado hasta ellos para entrevistarles.

La familia de Aminetu estaba ayer dividida en dos domicilios. Su madre se encontraba en la casa familiar, mientras que sus hijos habían sido puestos bajo la protección de la activista saharaui Ghalia Djimi, vicepresidenta de la Asociación Saharaui de Víctimas de Graves Violaciones de los Derechos Humanos (Asvdh) que preside Brahim Dahane, en la actualidad encarcelado en Rabat junto a otros seis saharauis.

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A la puerta de ambas casas, según han informado las mismas fuentes, había una ostensible presencia policial, con agentes y furgonetas que impidieron durante horas que varios periodistas entraran en los domicilios. Finalmente, un equipo de televisión logró entrevistar a una hermana de la activista.

"Hago un llamamiento urgente para que se proteja a mi familia", trasladó Haidar sobre las dos de la tarde a la plataforma que la apoya durante su huelga de hambre en el Aeropuerto de Lanzarote. Instantes después, el actor Guillermo Toledo, miembro de este grupo, informaba de la preocupación de la activista y aseguraba que "este acoso a los hijos de Aminetu es un punto más en la escalada de agresiones del Gobierno marroquí".

En este sentido, el representante provisional del Frente Polisario en España, Mohamed Jadad, que se acercó ayer hasta Lanzarote para interesarse por el estado de salud de la activista, ha asegurado: "En este momento hay 500 desaparecidos y decenas de presos políticos saharauis, por eso no nos extraña que las autoridades marroquíes puedan violar los derechos de la familia de Haidar o hacerle algún daño".

Mientras tanto, la preocupación por el debilitamiento progresivo de Haidar va en aumento. La noche del sábado al domingo apenas pudo dormir a causa de su propia debilidad muscular. En una fugaz salida del cuarto donde duerme para ir al aseo en una silla de ruedas, ayer por la mañana, se la vio demacrada y apenas podía mantenerse erguida. Ello no le ha impedido seguir muy de cerca todos los acontecimientos y mostrarse despierta y firme en su deseo de continuar adelante con la huelga.

Según Fernando Peraita, miembro de la plataforma de apoyo, Haidar ya se encuentra en una fase en la que su vida corre peligro y podría comenzar a sufrir "daños físicos irreversibles. Sólo su fuerza mental le hace aparentar estar mejor de lo que realmente está, pero por dentro se está consumiendo lentamente".

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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