La confianza de las empresas empieza a despuntar
La encuesta de las Cámaras de Comercio apunta un incremento de la inversión
Los indicadores económicos que hablan de cambio de tendencia y de una posible salida de la recesión en la comunidad autónoma empiezan a coger cuerpo. El último va a ser el índice de confianza de los empresarios, que mide sus expectativas a corto y medio plazo y da pistas de sus intenciones. Según los resultados de la encuesta a empresas que ultiman las Cámaras de Comercio vascas, la mayoría de sus gestores coinciden en que la crisis ha tocado fondo y empiezan a pensar, aunque de forma muy incipiente, en incrementar el nivel de sus inversiones. Las Cámaras toman estos indicadores con precaución, pero no dudan de que supone un cambio de tendencia significativo por parte de quienes tienen en su mano contribuir también a la reactivación del consumo y mejorar la situación de sus proveedores. "Disminuye sustancialmente el número de quienes aseguran que van a invertir menos y, si todo sigue así, es realista pensar que a lo largo de 2010 los empresarios manifiesten ya que inician un periodo alcista en materia de inversiones", puntualiza un técnico del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de Álava.
"Las empresas sí perciben un repunte de actividad", según la patronal alavesa
Los empresarios reconocen que el impulso público mejora la confianza
Los datos ofrecidos la pasada semana por el consejero de Economía, Carlos Aguirre, que dejaban a Euskadi a las puertas de salir de la recesión -Guipúzcoa logró crecer en el último trimestre un 0,3%, aunque en el último año la caída PIB vasco es del 4%- se van acoplando poco a poco a otros menos cuantificables, pero que también confirman síntomas de recuperación de la actividad. Y aunque la economía vasca todavía está en el fondo de una crisis que ha elevado a 125.000 el número de desempleados y hundido el consumo, los datos de previsiones empiezan a ser mínimamente optimistas. Y eso, según los comercios e industrias, es una estupenda noticia, sobre todo cuando el decrecimiento continuado ha sido una constante desde 2007 y ha dejado muy tocados a la mayoría de los sectores.
"2010 seguirá siendo un mal año, aunque menos en el sector servicios, y se prevé que el nivel de la inversión no decrezca de manera tan brusca como en 2009. A pesar de ello, el saldo de empresas que esperan aumentar sus inversiones respecto a las que dicen que van a disminuirlas será negativo en el 13% de los casos", se indica desde la Cámara alavesa. Los datos provisionales de las otras dos cámaras vienen a confirmar la misma línea de cambio, al igual que las patronales provinciales. "Las empresas sí perciben un repunte de actividad", aseguran desde SEA Empresarios Alaveses, "pero hay que ser muy cautos, porque el panorama es cambiante y de caer el PIB un 3% en el primer trimestre se ha pasado casi a números positivos".
Los datos de la encuesta de las Cámaras de Comercio permiten ver que desde 2005 los empresarios presagiaban malos momentos para la economía y las respuestas que daban respecto de las inversiones futuras era que poco a poco decrecerían. Aunque hasta el inicio de 2008 todavía eran mayoría los que pensaban invertir más, a partir de esa fecha las respuestas fueron mayoritariamente negativas. De un saldo neto positivo de respuestas sobre el crecimiento de las inversiones a finales de 2005, se ha pasado este año a un 80% de contestaciones negativas. Un desplome casi del 100%, extrapolando los resultados. A punto de entrar en 2010, los empresarios reconocen haber dado un viraje considerable: se ha pasado de ese 80% de respuestas pesimistas a un esperanzador 26%.
Fuentes de las cámaras valoran el clima de confianza que se ha generado en torno a la capacidad de gasto de las administraciones públicas. "El acuerdo para que todas las instituciones tengan un presupuesto y se vuelquen en el impulso público a la inversión y a incentivar el mercado cuando más apático se encuentra es importante para mejorar la confianza", explican. A todo ello se une el impulso del sector público, que ha presupuestado para 2009 un incremento de la inversión en infraestructuras y en las ayudas a proyectos de innovación de las empresas.
A esa percepción empresarial se unen también otros datos. Los juzgados de lo Mercantil indican que las empresas están menos agobiadas y se ha frenado la tendencia a reordenar sus deudas a través de concursos de acreedores. Y las entidades bancarias apuntan que poco a poco empiezan a decrecer los niveles de riesgo a la hora de conceder créditos, incluso en sectores hundidos tan deprimidos como el de la construcción.
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