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La papelera de Zalla en crisis rechazó una ayuda del Gobierno

Pastguren no aceptó un millón porque debía presentar un plan de viabilidad

Pastguren, la papelera de Zalla que se encuentra en concurso de acreedores desde el 21 de octubre, rechazó ese mismo mes una ayuda de un millón de euros del Gobierno. El Departamento de Industria y la Diputación de Vizcaya habían pactado destinar una parte importante del programa Bideratu, impulsado por el Ejecutivo, a reflotar la papelera. Pero ésta se negó porque debía tener un plan de reestructuración y aportar capital, según confirmaron a EL PAÍS fuentes de la negociación.

Industria y la Diputación vizcaína llevan todo el año trabajando en este caso con "multitud de reuniones", según los mismos medios. El último encuentro entre los responsables de ambas instituciones tuvo lugar el jueves pasado y el lunes hubo otro contacto telefónico. Pese a ello, el presidente del PNV vizcaíno Andoni Ortuzar exigió ayer al Gobierno, en una comparecencia junto a alcaldes de la comarca de Las Encartaciones, "una implicación que hasta ahora no ha demostrado", mientras que resaltaba la "decidida y solitaria acción" de la Diputación por ayudar a la empresa.

El PNV critica a Industria, pese a que trabaja en el caso con Vizcaya

El Ejecutivo y la institución foral tienen previstos nuevos contactos para buscar una solución a Pastguren y sus 150 trabajadores, que lleva sin producir casi un mes. Las negociaciones no se han parado, pese al malestar que causó en Industria el aval de 2,5 millones concedido unilateralmente en junio por la Diputación, del que el departamento se enteró por la prensa. De hecho, según las fuentes consultadas, ambas instituciones habían hablado en esas fechas de ofrecer una ayuda de cinco millones de euros.

El aval, que el diputado general, José Luis Bilbao, justificó para salvar "500 puestos" en la comarca, provocó sin embargo un efecto contrario. Las entidades bancarias dejaron de financiar a Pastguren, que a los cuatro meses presentó un ERE y, ante la falta de acuerdo con los sindicatos, una semana después entró en concurso de acreedores.

Antes del concurso, Industria y la Diputación consensuaron ofrecer un millón de los 4,6 el programa Bideratu -forma parte del plan +Euskadi09 del Ejecutivo de Patxi López para hacer frente a la crisis-, destinado a la reestructuración de las empresas en crisis. Pero exigía contrapartidas a Pastguren, como aportar un 33% del capital del plan de relanzamiento y un ajuste consensuado entre la dirección y los trabajadores. El aval foral de 2,5 millones de junio no tenía exigencias para la compañía, lo que ya fue tachado de arbitrario entonces por la oposición de las Juntas de Vizcaya. Industria ha insistido en que debe presentar un plan de viabilidad.

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Pese a que la dirección de la papelera rechazó la ayuda del millón de euros, Andoni Ortuzar pidió ayer al Gobierno que active medidas de apoyo, entre las que citó el plan Bideratu. Pastguren se dedica a fabricar pasta sin secar, que no se puede comercializar. El proceso se completa en otra fábrica colindante, Virtisú. Fuentes del sector han calculado que el ciclo completo de la producción obligaría a Pastguren a invertir 20 millones de euros. A principios de la década hubo planes para fusionar ambas compañías que no se concretaron. La unión de las dos empresas es una de las opciones barajadas por las instituciones, aunque todo depende ahora de la evolución del concurso de acreedores.

Virtisú, con 105 empleados, si es rentable. También tuvo ayuda pública, ya que en 2006 la Diputación de Vizcaya pagó 15 millones de euros por la compra de terrenos, las instalaciones y parte de la maquinaria. La papelera, que paga 900.000 euros de arrendamiento a la institución foral en un contrato vigente hasta 2020, había amenazado con trasladar la producción de la planta de Zalla a Barcelona.

Meses de contactos

- La búsqueda de soluciones a Pastguren empezó con el anterior equipo de Industria (PNV) y sus sucesores, con el consejero Bernabé Unda, prosiguieron los contactos con la Diputación vizcaína.

- En junio se aprobó el aval foral de 2,5 millones, pero la papelera entró en un concurso de acreedores el 21 de octubre.

- Ese mes Pastguren rechazó una ayuda pactada entre el Gobierno y la Diputación de un millón de euros, que se iba a canalizar a través de un programa de Industria.

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