La oleada de corrupción reconcilia a Montilla y Mas

Los socialistas catalanes y Convergència i Unió entienden que el nivel de desprestigio de los políticos por los últimos casos de corrupción en Cataluña sólo puede salvarse transmitiendo cierta imagen de unidad de acción. Por este motivo, el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el líder de CiU, Artur Mas, se emplazaron ayer a trabajar juntos para llevar adelante las medidas anticorrupción que quiere impulsar el Ejecutivo y, de paso, aprovechar el clima para pactar un asunto pendiente desde 1979: la ley electoral catalana.

Montilla y Mas mantuvieron un debate libre de reproches ayer en el Parlamento de Cataluña y después se dejaron fotografiar juntos como prueba de que, pese a estar ya en la recta final de la legislatura, aún pueden desencallar juntos asuntos importantes. Concretamente, pretenden pactar fórmulas de transparencia en las recalificaciones urbanísticas, así como en la financiación de las fundaciones políticas.

La ley electoral es un asunto más espinoso porque el actual reglamento da ventaja a CiU al primar el peso del voto rural. Con todo, los dos se emplazaron a pactar una fórmula basada en el sistema electoral alemán, en el que los ciudadanos, además de votar una lista de partido, pueden escoger directamente al diputado de su circunscripción. Desde el PP se escucharon críticas por el acercamiento entre Mas y Montilla, que consideran una maniobra para tapar los últimos escándalos.