Sanz critica la organización del CNI de su antecesor

Tabla rasa y cuenta nueva. El nuevo jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el general Félix Sanz, no quiere mirar al pasado. Ni para aclarar las supuestas irregularidades de su antecesor ni para depurar a los agentes que conspiraron contra Alberto Saiz hasta forzar su dimisión. En su primera comparecencia ante la Comisión de Fondos Reservados del Congreso, Sanz explicó que el 3 de julio, nada más tomar posesión de su cargo, encargó una auditoría que certificó el correcto funcionamiento económico del centro.

Eso no quiere decir que avalara la conducta del anterior director. Sanz aseguró desconocer el informe que encargó la ministra de Defensa, Carme Chacón, sobre los abusos atribuidos a Saiz y que, según dijo ella misma el pasado día 9 en el Congreso, elevó a Zapatero tras constatar que no se produjo ninguna ilegalidad. La portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, no se dio "en absoluto" por satisfecha; exigió que se le "remita ya" el informe encargado por Chacón y "se deje de tapar" lo que, a su juicio, es "un caso muy posible de corrupción".

Sanz deslizó una crítica implícita al anterior director cuando atribuyó la crisis del servicio secreto a "una estructura demasiado plana" -es decir, poco piramidal-, y al "exceso de discrecionalidad", además de la "inexistencia de una jerarquía y de una carrera profesional".

Por eso, presentó a los portavoces parlamentarios, reunidos a puerta cerrada durante casi dos horas, una nueva estructura que, sin modificar el decreto vigente, duplica su Gabinete, estructurado como un Estado Mayor, y convierte a la secretaria general, Elena Sánchez, en la número dos del servicio secreto, al hacer depender de ella las direcciones de Inteligencia y Apoyo Operativo, las dos principales del CNI, que hasta ahora dependían directamente del director.

Tras dar por culminados los cambios que se proponía acometer, aseguró que los nuevos nombramientos se han basado en dos criterios jerárquicos: escalafón y experiencia; de forma que los designados son mayores de 50 años y eran los primeros de su escala. En realidad, los cambios en la cúpula del servicio secreto sólo afectan a los directores generales de Inteligencia y Apoyo Operativo, que eran los más próximos a Saiz, pues tanto Elena Sánchez como el director de recursos han sido ratificados.

Pese a ello, Sanz rechazó que hayan ganado la partida quienes se rebelaron contra su antecesor y argumentó que ninguno de los destituidos por éste ha sido repuesto. Respecto al despido de la ex jefa de Gabinete de Saiz, alegó que ésta había sido considerada "no idónea" en una de las evaluaciones periódicas a las que se somete a los agentes.

El director del CNI también informó sobre Afganistán y, aunque reconoció el deterioro de la situación en la zona donde operan las tropas españolas, subrayó que sigue siendo comparativamente mejor que en el sur o el este del país. Pese a sostener que la insurgencia no cuenta con una estructura integrada, reconoció, según fuentes de la comisión, que no es posible una victoria de la OTAN. "Afganistán no se gana por la vía militar, sino por la civil", declaró.

A preguntas del Grupo Popular, afirmó que el problema de Cuba -de donde fueron expulsados antes del verano todos los agentes del CNI- "está en vías de solución" y se comprometió a informar al Congreso una vez que la situación se normalice.