Pautas para encarrilar los conflictos
La normalidad es a veces un éxito. Eso es al menos lo que piensa el Ejecutivo vasco después de reunir en torno a la misma mesa a representantes de las cinco administraciones españolas involucradas en la recaudación de impuestos. En la primera cita de este tipo, se reunieron representantes de la Agencia Tributaria del Ministerio de Hacienda, del Departamento vasco de Hacienda, de las tres diputaciones y las tres juntas arbitrales. "Ha sido un éxito, pero de todos, porque además de la reunión en sí se ha avanzado en los temas, y dentro de un ambiente de colaboración entre el Estado, las diputaciones forales, el Gobierno vasco y Navarra. Creo que ha sido un éxito de todos", valoró el viernes la directora de Administración Tributaria del Ejecutivo vasco, Manuela Escribano.
Después de un inicio turbulento de la legislatura no sólo en el País Vasco, sino también entre Euskadi y la Administración central por el caso Rover, la decisión de todas las partes de buscar un carril central para evitar enfrentamientos "representa un cambio de ciclo", asegura Escribano.
El pacto para involucrar a las administraciones implicadas en la ejecución de las resoluciones, pactando un catálogo con las obligaciones de las administraciones, no es el único tema que los árbitros tienen sobre la mesa.
Los representantes de las juntas están intentando homogeneizar y simplificar los mecanismos para la interposición de conflictos y resolver asuntos internos como la logística de los cambios de sede. La sede de la Junta Arbitral del Concierto Económico está en Euskadi, pero cambiará en 2013, para instalarse, o bien en Madrid o en un punto intermedio. También se trabaja en reglamentar la custodia y traslado de los archivos.
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