Pedraz libera a uno de los piratas al no poderse determinar su edad
Ingresa en un centro de menores para su protección, por carecer de recursos
El culebrón para determinar la edad de uno de los piratas somalíes detenidos dos días después de secuestrar al atunero vasco Alakrana parece no tener fin. Pese a que las primeras mediciones médicas realizadas en el Hospital Gregorio Marañón (Madrid) indicaban que Abdu W. tenía más de 18 años, otros médicos del servicio de Radiología del Hospital La Paz, primero, y tres forenses de la Audiencia Nacional, después, han señalado que tiene más de 17 años, pero que no pueden asegurar que tenga ya los 18. Por ello, ante la duda, el juez Santiago Pedraz se ha visto obligado a dejarle en libertad porque la Audiencia Nacional sólo está facultada para juzgar a menores que estén acusados de delitos de terrorismo.
El juez se dirigió por exhorto a la prisión de Alcalá-Meco para que dejaran a Abdu W. en libertad, lo que ocurrió ayer por la tarde. Al tiempo, daba cuenta de su resolución a la fiscalía para "la protección de su integridad y de los derechos que la ley reconoce a los menores de edad".
El caso parecía entrar en un limbo jurídico, puesto que, si el pirata era menor, la competencia sobre el proceso debería recaer sobre el juez de menores del lugar. Sin embargo, la fiscalía de menores de Madrid señaló que no iba a hacerse cargo del caso porque los hechos no habían ocurrido en la Comunidad de Madrid.
Así las cosas, la fiscalía de Menores de la Audiencia Nacional estimó que, si los hechos habían ocurrido en el extranjero -de hecho, en aguas internacionales próximas a Somalia-, la competencia debería ser del juez de menores de la Audiencia Nacional, a pesar de que la competencia de la Audiencia en materia de menores está limitada expresamente en la ley a los delitos de terrorismo, no a todos aquellos en los que tienen competencias.
A pesar de ello, la fiscalía de menores de la Audiencia Nacional ordenó el internamiento de Abdu W. en un centro de protección de menores. La medida fue adoptada a la vista de que el supuesto pirata "es extranjero, carece de recursos y está desprotegido". Sin embargo, no puede considerarse que existe una medida de internamiento sobre él, puesto que el juez lo dejó en libertad.
La fiscalía de la Audiencia estudia la posibilidad de recurrir el auto de Pedraz y solicitar nuevas mediciones antropométricas para comprobar si el supuesto pirata es mayor de edad y, en su caso, solicitar su reingreso en prisión, por extremo riesgo de fuga. Por otro lado, estudia también la vía de que el juez de Menores de la Audiencia Nacional se pueda hacer cargo del caso, aunque no se trate de delitos del terrorismo, sobre la base de que los delitos de detención ilegal y robo de los que se acusa a Abdu W. fueron cometidos en aguas del océano Índico, es decir, en el extranjero. En ese caso, se solicitaría el internamiento del menor.
Mientras tanto, los familiares de los tripulantes del Alakrana solicitaron ayer explicaciones sobre la marcha de las negociaciones con los piratas. Hoy se cumplen 19 días de secuestro.
Quién debe perseguir al pirata
- La Audiencia Nacional no es competente. Sólo puede enjuiciar a menores cuando el delito que se les imputa es terrorismo. Por ello se pudo juzgar a El Gitanillo, que había participado en el transporte de los explosivos del 11-M a la denominada célula de Leganés. Pero no es el caso del pirata.
- Opción A para continuar el proceso. La fiscalía estudia dos vías para proseguir el proceso. Por un lado, recurrir el auto de libertad de Pedraz y solicitar nuevas medidas antropométricas de Abdu W. para comprobar si esos más de 17 años que dicen los informes pueden convertirse en, al menos, 18. El caso seguiría en el Juzgado Central número 1.
- Opción B. Que el Juzgado Central de Menores de la Audiencia se haga cargo del caso, aunque no se trate de delitos de terrorismo, sobre la base de que los delitos de detención ilegal y robo que se imputan a Abdu W. fueron cometidos en el extranjero.
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