Los atuneros no han sufrido "ataques piratas reales", según el mando de la UE
- Los armadores españoles aseguran haber vivido tres en los últimos 15 días - La Unión Europea estudia enviar efectivos para formar a policías somalíes
Los atuneros españoles desplazados en el Índico no han sufrido ningún "ataque real" de piratas, según John Harbour, portavoz del Cuartel General de la fuerza aeronaval de la Unión Europea (Eunavfor) en Northwood (Reino Unido). "Algunos pescadores han informado de ataques, pero han resultado ser falsas alarmas". Harbour las atribuye a una "comprensible psicosis" entre los pesqueros. "La amenaza pirata es real. Ven un barco pequeño que se acerca y piensan que pueden ser piratas. Los capitanes y la tripulación están obviamente nerviosos en esa área y están animados a informar de lo que ellos creen que es actividad pirata", explicó.
Fuentes militares españolas sospechan que las denuncias de ataques piratas del último mes podrían haber obedecido a "un intento de presión" de cara a la reunión de los atuneros con representantes del Ministerio de Defensa y del de Medio Ambiente el pasado 9 de septiembre, en la que los pesqueros pidieron militares a bordo y el Gobierno se opuso alegando impedimentos legales.
68 bandidos han sido capturados y enviados a la justicia de Kenia
Los atuneros niegan la mayor. "En los últimos 15 días hemos sufrido tres ataques", asegura Julio Morón, director gerente de la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (OPAGAC). "Nos da muchísimo coraje que los consideren falsa alarma. Hace 10 días, el Intertuna II detectó un barco pequeño, de unos ocho o diez metros a 12 millas. Tenía la red echada con 80 toneladas de atún. Se tarda dos horas en subirla, así que tuvieron que tirar la captura para escapar. Y claro que reportamos esas cosas, no son falsas alarmas, son ataques. ¿O es que tenemos que esperar a que nos peguen un tiro?".
Cristina Gallach, la portavoz de Javier Solana, Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común, destaca que el "número de secuestros e intentos de secuestros se han reducido drásticamente". La fuerza aeronaval europea ya ha capturado y enviado a la justicia de Kenia a 68 bandidos. Harbour explica que debido a la presencia militar ahora operan mucho más lejos de la costa.
La UE estudia la posibilidad de enviar militares para combatir la piratería en tierra y apoyar al Gobierno de transición somalí. La fórmula, que ya está ensayando Francia, consistiría en enviar efectivos para formar a patrullas de policía somalíes. Solana comentará el asunto en la próxima reunión informal con los ministros de Defensa de la UE en Gotemburgo el lunes y martes de la semana que viene. "La solución al problema está en tierra. Estamos estudiando cómo ayudar al Gobierno de Transición de Somalia prestándoles apoyo político y apoyo a sus estructuras de seguridad. Francia ya lo está haciendo, en Yibuti, no en Somalia por cuestiones de seguridad", explicó Gallach.
La fuerza europea recibirá pronto una contribución aérea de Luxemburgo. Actualmente, 15 medios aéreos y marítimos de siete países, incluido España, que aporta un avión de patrulla marítima y una fragata, luchan contra la piratería en el Índico.
Mientras, los atuneros han recibido un "briefing" sobre cómo protegerse. Los militares les han sugerido que disminuyan la distancia entre un atunero y otro -los franceses pescan en parejas- , que construyan vallas en las cubiertas, que instalen cañones de agua y sirenas de alta intensidad, y que suban a bordo a personal de seguridad privada.
Pero ninguna de estas sugerencias les convence. "Si ponemos vallas no podemos pescar. ¿Qué podemos hacer con un cañón de agua contra los lanzagranadas piratas? Lo de subir a hombres tipo Blackwater [empresa de seguridad privada estadounidense denunciada por abusos en Irak] nos parece peligrosísimo, contratar a piratas para defendernos de los piratas, y faenar en grupo es de risa, ¿para pelearnos en cuanto veamos una mancha de atún en el mar?", se pregunta Morón.
Por qué Francia sí y España no
Los atuneros no van a arrancar al Ministerio de Defensa militares para embarcar y defender sus buques, como sí han conseguido los franceses. Un informe de la asesoría jurídica general del ministerio, al que ha tenido acceso EL PAÍS, descarta totalmente esta posibilidad. El documento, del 14 de septiembre, establece que la Operación Atalanta "cuenta con sus propios límites y marco normativo" y que no encaja en ellos el embarque de militares en los pesqueros. Tampoco en el de la ley de Defensa Nacional, de 2005.
Los atuneros españoles no pueden considerarse territorio nacional y gozar de la inmunidad territorial que tienen, por ejemplo, las embajadas. "Los atuneros están bajo jurisdicción española, pero no son territorio español. Esa inmunidad sólo la tendrían barcos de guerra o buques de Estado", aclara un veterano almirante. El informe añade que "la remisión a los tratados y compromisos internacionales suscritos excluye el amparo de una operación militar como la que se propone, a título individual".
Tampoco se dan, según el documento, las condiciones previstas en el artículo 19 de la ley para solicitar al Parlamento permiso para el envío de militares. Es decir: autorización de la ONU, OTAN, UE u organismo internacional; fines humanitarios, defensivos o de mantenimiento de la paz y que sea conforme a la Carta de Naciones Unidas.
A estas cuestiones legales, Defensa añade una logística. "¿Por qué los franceses sí están embarcando a marines en los buques? Porque Francia lleva toda la vida en el Índico. Tiene una base militar en Yibuti con más de 3.000 militares, otra al norte de Madagascar..." explica un almirante. "Además, si pasa algo, ¿quién es el responsable? ¿El capitán del barco que ordenó disparar o el infante de marina?".
Otro informe de los atuneros, fechado el pasado 9 de julio, defiende que la ley de Defensa Nacional ampara el embarque de militares por entender que sus buques y su tripulación son territorio y población española. El autor es el abogado del Estado José Leandro Martínez Cardós, miembro del jurado en los últimos premios del Ministerio de Defensa, en la categoría de estudios sobre aspectos jurídicos del ámbito militar.
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