Los vecinos de Lloret de Mar expulsan al 'violador del Eixample'
Lloret de Mar (Girona) recibe cada verano a más de un millón y medio de visitantes. Alejandro Martínez Singul, el segundo violador de l'Eixample, quizá pensó que entre tanto turista podría pasar inadvertido y que sería difícil encontrarle en un humilde bloque de apartamentos que había escogido como refugio. Se equivocó.
Los vecinos de la calle de Migdia de Lloret, en el casco antiguo, descubrieron la llegada, a principios de julio, de aquel hombre rechoncho y calvo. La confirmación de que se trataba del violador convirtió las vacaciones de Singul en la Costa Brava en una pesadilla. Niños de apenas 10 años gritaban al pie del balcón: "¡Que salga el violador!" En la ciudad aparecieron carteles alentando el "boicoteo al violador". Toda esa presión ha terminado por causar la huida de Singul.
Alejandro Martínez Singul tiene 42 años y se ha pasado más de una tercera parte de su vida en prisión. En 1993 fue condenado a 65 años de cárcel por agredir sexualmente a 10 chicas, la mayoría menores, e intentarlo con otras cuatro. Nunca se quiso someter a terapia para controlar sus impulsos.
Ahora, en Lloret, esperaba la confirmación de una nueva condena por masturbarse ante dos mujeres en Barcelona. Pero ni siquiera el seguimiento policial al que estaba siendo sometido ha sido suficiente para los vecinos.
Bárbara reside en la zona y ayer por la mañana paseaba a su hija de cuatro años por la calle donde se había recluido Singul. "Se han pasado. Me parece una exageración", razona. Pero su opinión es minoritaria. En las paredes del municipio aparecieron papeles ilustrados con una antigua foto de un por entonces escuálido Singul. "Por si no teníamos suficiente fama en Lloret, se viene el colega éste". Laura Betran, concejal en Lloret, explicó que "el Consistorio no tiene competencia para actuar", aunque intentó "atemperar los ánimos".
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