Las patronales rehúyen el acto de puesta de largo del pacto de financiación

Casi 300 personas llenaron ayer el auditorio del Palau de la Generalitat en el acto que el Gobierno organizó para celebrar el acuerdo de financiación. El presidente José Montilla, todos sus consejeros, directores generales, diputados, alcaldes... y representantes de la sociedad civil, pero muchos menos de los esperados. No estaban los primeros espadas de las patronales Foment del Treball, Pimec, Cecot, ni de las Cámaras de Comercio. Tampoco del sindicato UGT, aunque estuvo el secretario general de CC OO, Joan Carles Gallego. La mayoría de los ausentes, que hace dos semanas apoyaron la consecución del acuerdo pese a las presiones de CiU, alegaron problemas de agenda.

Sí acudieron al acto el presidente de Abertis, Salvador Alemany; el de Caixa Catalunya, Narcís Serra; el de Ercros, Miquel Zabalza; el consejero delegado de Comsa, Josep Miarnau, y el presidente de la Cámara de Contratistas, Rafael Romero. Pero ninguno de los cinco quiso valorar el acuerdo de financiación. "Me ha sorprendido la presencia de tantos políticos en una convocatoria de la sociedad civil", comentó Romero enojado.

Castells agradeció el apoyo de la sociedad civil en las negociaciones

Concentrados en tres filas del auditorio, los empresarios incluso se miraron de reojo, en un gesto indescifrable, durante el cerrado aplauso que recibió el consejero de Economía, Antoni Castells. El suyo fue el primero y el más emotivo de los cuatro discursos que hubo. Le siguieron el consejero de Interior y Relaciones Institucionales, Joan Saura; el vicepresidente, Josep Lluís Carod; y cerró el acto el propio Montilla. Todos ellos se refirieron al cumplimiento del Estatuto, al papel de Cataluña en la negociación del nuevo modelo con el Gobierno, a que éste incrementa el autogobierno y al compromiso de invertir los recursos adicionales en combatir la crisis económica.

Castells aseguró que el Gobierno no ha hecho más que su trabajo -"ser garante del Estatut, nuestro norte", dijo-, y agradeció a la sociedad civil su apoyo: "Cuando tuvimos que decir que no y al decir que sí". Castells se acordó de la oposición -"demasiadas veces hemos pagado un precio alto por el posibilismo mal entendido"- y elogió la unidad del Gobierno al negociar.

Saura destacó el aumento de recursos "para afrontar las políticas del pacto de entesa" y afirmó que Cataluña "está cambiando las reglas del juego con un horizonte federal". Carod admitió la consecución de un acuerdo "digno y justo" que "da aire a un techo de cristal" que dificultaba que Cataluña creciera y admitió que él mismo se contaba entre los "escépticos" ante esta posibilidad. Montilla clausuró el acto avisando de que "nadie" defenderá el acuerdo como él y pidió un "esfuerzo de contención".