Las administraciones preparan el relevo de Fèlix Millet al frente del Palau

La intervención de los Mossos d'Esquadra por orden judicial en el Palau de la Música por el presunto desvío de 2,2 millones de euros ha caído como un jarro de agua fría sobre las tres administraciones que componen el Consorcio del Palau de la Música: Generalitat, Ministerio de Cultura y Ayuntamiento de Barcelona. Las tres mantendrán una reunión la semana próxima junto con los representantes de la Fundació Orfeó Català, que forma parte del consorcio en tanto que es la propietaria del edificio. El motivo: afrontar la situación generada y tomar decisiones.

"No se va con una idea preconcebida de qué hacer, pero lo ocurrido es muy grave y es necesario oír las explicaciones para después tomar decisiones", explicó un representante de una de las tres administraciones. Sin querer anticipar esas decisiones, el relevo al frente del comité ejecutivo del Consorcio de Fèlix Millet, a quien la querella de la fiscalía acusa de apropiación indebida y falsedad, era ayer estudiado por las administraciones. "Hay que ver cómo evoluciona la situación", apuntaba la misma fuente. Por "evolución" en este caso hay que entender los pasos que dé la justicia.

El consorcio del Palau de la Música se creó en 1983 y lo preside el presidente de la Generalitat. Se reúne unas cuatro veces al año y su misión se centra en administrar y gestionar el edificio. Es decir, que no interviene en el grueso de las actividades del Palau -programación de temporada y explotación de las visitas- que son las que controla Fundació Orfeó Català, que preside Millet. La Fundació aglutina a una amplia representación de la vida política -de todos los signos- económica y social de Cataluña.

Por otra parte, la documentación intervenida el jueves por los Mossos d'Esquadra en el registro judicial confirma los indicios relatados en la querella de la fiscalía de que Millet pudo desviar fondos del Orfeó para otros fines ajenos a la cultura.

"Los registros nos reafirman que vamos en la buena dirección", aseguraron fuentes de la investigación, que señalaban a Millet como el puntal de los supuestos delitos. Las otras cuatro personas querelladas y cuya identidad no ha trascendido tienen cargos de responsabilidad en las finanzas de la Fundación y de la Associació Orfeó Català, las dos entidades que tenían cuentas ajenas a la contabilidad oficial y que supuestamente se emplearon para el desvío del dinero.La investigación judicial que ahora se inicia servirá para esclarecer la participación de los otros cuatro querellados en los supuestos delitos. Se tratará, en definitiva, de averiguar si eran hombres de paja de Millet que firmaban las operaciones que éste les indicaba o actuaron a sabiendas de su ilegalidad. La tramitación de la querella también podría aclarar el destino final del dinero, aunque se trata de un extremo sin ninguna relevancia penal. En este sentido, fuentes judiciales recordaron ayer que el banquero Mario Conde fue condenado en su día por apropiarse de 600 millones de pesetas de Banesto, sin que se haya aclarado nunca donde acabó el dinero.

Cuando la Agencia Tributaria ya había dado la señal de alarma y la fiscalía había abierto diligencias de investigación previas a la querella por los cuantiosos reintegros no justificados en billetes de 500 de las cuentas paralelas del Orfeó, se recibieron unos anónimos en los que se advertían de que el dinero había servido para el lucro personal de Fèlix Millet. Incluso se advertía del destino final que se había dado a esos fondos.

Ahora le corresponde al magistrado Juli Solaz, titular del Juzgado de Instrucción 30 de Barcelona, adoptar las decisiones necesarias para investigar los supuestos delitos y para atajar la sangría económica en el Orfeó Català.