Verano 'freak'

mARGARITA

RIVIÈRE

Aquel paisaje veraniego hecho de gentes que se han ganado a pulso el derecho a no hacer nada tal vez resulte obsceno este verano. ¿Son parados o son veraneantes? ¿Es fácil distinguirlos? ¿No es peliagudo diferenciar a quien es productivo de quien no lo es? Si nos ponemos a adivinar quiénes forman parte de las clases activas o de las clases pasivas habría que tener en cuenta el porcentaje de pasivos que desearían estar en activo. Y de ahí pasaríamos a preguntar por qué no están donde quieren, quién lo impide y por qué. Peligrosísimo: demasiado pensar produce impotencia, la televisión lo confirma cada minuto. Así que ignoremos si son galgos o podencos y refugiémonos, inconscientes, en brazos del ocio, voluntario o impuesto, como si el mundo se acabara.

En verano hay que olvidarse de la crisis y preparar el 'porvenir I+i+D+?'

Para el disfrute ocioso hay que evitar torpezas como constatar que hemos logrado el mejor aeropuerto de Europa ¡justo cuando tantos pasajeros se quedan en tierra! Y no hay que asustarse cuando se llega a uno de los idílicos paisatges favorits de Cataluña descubiertos por TV-3 y lo encuentra abarrotado de gente: así funciona el éxito, y el photoshop televisivo. Devastador. En un verano con todo el tiempo del mundo por delante hay que olvidar la crisis, sus limpiezas laborales hechas a golpe del eslogan cuanto más despidos, más trabajo se crea, y aprestarse a preparar el porvenir I+i+D+? o, lo que es lo mismo, llamar hub a un futurible museo barcelonés.

Podemos celebrar el éxito de la financiación autonómica aprendiendo a hacer cuentas, algo nada fácil desde que no las hacen las cocineras sino los ejecutivos MBA y que será de suma utilidad en el zigzag de la vida; especialmente en la campaña electoral (autonómica) que ya se huele: las cuentas de Montilla frente a las cuentas de Mas. Puro porvenir. O podemos, en nuestra localidad, crear una filial del Partido Pirata, el único que, sin decirlo y quizá sin saberlo, quiere eliminar la propiedad privada y mantener el consumo universal. Quizá deberíamos prepararnos para sacar el carnet de cuidador, un descubrimiento de la burocracia guay que nos permitirá cobrar por lo que toda la vida hemos hecho gratis. El ocio, este verano, tiene sabor freak. Normal.

m.riviere17@yahoo.es