Vaqueros en el salón de su casa
El próximo domingo comienza una colección de cine del oeste
"Feo, fuerte y formal" fueron las tres palabras que eligió para el epitafio de la tumba de John Wayne Pilar Palette, la tercera y última esposa del actor rey del western americano. Una despedida que bien podría haber sido el último adiós a un hombre en una de las tantas películas de vaqueros que él protagonizó. En estos filmes, en esa misma jerga, la de los más rápidos del oeste, se hacía morder el polvo (al malo, al forajido al que acababan matando), o se daba gusto al dedo, en una buena balacera ambientada casi siempre en la cantina (saloon) del pueblo o en una de sus calles polvorientas.
Y es que las películas de vaqueros, uno de los géneros cinematográficos más populares del cine estadounidense, entró durante muchos años en los salones de todas las casas, americanas o no. Era la historia de la épica de su propio país, una narración legendaria del proceso de fundación de Estados Unidos protagonizada por héroes, hombres buenos y rudos -caracterizados por el sheriff o grupos de vaqueros que imponían el orden-, que encarnaban algunos de los valores más arraigados de su cultura, siempre bajo la inspiración del destino.
Eran los tiempos del más rápido, del que hacía morder el polvo al malvado
Eran historias de territorios sin ley, parajes indómitos e inexplorados donde, los bandidos o los indios, representaban el mal y permitieron narrar una conquista territorial, cuando se avanzaba hacia el Oeste para crear un hogar, o una batalla moral, contra el mal.
Pero además, a toda esa iconografía y símbolos propios: sombreros, revólveres, caballos, diligencias, duelos y diálogos de hombres fuertes que disparaban balas y palabras sin mirar a sus contendientes, el género sumó los rostros de actores como John Wayne, Kirk Douglas o Gary Cooper, grandes del cine, dirigidos por mitos en este género como John Ford, Henry Hathaway y George Marshall.
Ahora EL PAÍS lanza una serie de esos clásicos del cine. El próximo domingo podrá conseguir, junto con el diario y por un euro El rostro impenetrable (1961), Concha de Oro en el festival de San Sebastián de ese mismo año, con Marlon Brando como actor y director.
El resto de la colección se podrá conseguir cada jueves y viernes, por el mismo precio. Entre los filmes que estarán en el quiosco: Duelo al sol (1971), con Gregory Peck dirigido por King Vidor; Tambores lejanos (1951), de Raoul Walsh y con Gary Cooper; El gran McLintock (1963), con John Wayne bajo los órdenes de Andrew V. McLaglen, o El gran duelo (1971), una comedia protagonizada por Kirk Douglas y dirigida por Lamont Johnson.
Babelia
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