'1909', imágenes de una ciudad dividida
La exhibición refleja la brecha entre clases
"Lo obvio sería mostrar las imágenes de los conventos e iglesias quemadas para hablar de la Setmana Tràgica de 1909, pero queríamos ir más allá", explicó Jordi Calafell, comisario de la exposición 1909: fotografia, ciutat i conflicte que se inaugura hoy en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona (plaza de Pons i Clerch, 2). Según Calafell, las más de 200 imágenes que pueden verse en la exposición "no son una narración histórica de la Setmana Tràgica, sino una visión crítica de la producción fotográfica de las clases sociales y sus espacios de convivencia en la Barcelona de principios del siglo XX, que permiten comprender hechos como los que ocurrieron en la Setmana Tràgica".
La exposición comienza con imágenes de la ciudad ideal, donde pueden verse los lugares de reunión y diversión de la burguesía y las clases dominantes y cuáles son sus proyectos urbanísticos, como la apertura de la Via Laietana y la construcción de nuevos edificios monumentales: hospitales, iglesias, zoológicos y salas de conciertos que dejan ver la capitalidad y modernidad de una Barcelona creciente.
El Arxiu Fotogràfic reflexiona sobre la neutralidad de la fotografía
Justo enfrente, pueden verse las fotografías de las clases humildes y trabajadoras, "reflejados con una visión claramente ideológica y negativa", según Calafell. Las imágenes están casi siempre relacionadas con la caridad y la beneficencia municipal, como ocurre con el reportaje del primer parto asistido en la Casa de la Lactancia con el alcalde Pich i Pon al lado de la cama de la madre y haciendo de padrino del recién nacido, o la de la masa indignada que tras un atropello no duda en volcar uno de los nuevos automóviles. "Está claro que la fotografía de la época no es neutral y que la burguesía no tuvo rival fotográfico" asegura Calafell.
La exposición finaliza con una selección de las imágenes galardonadas en el Concurso Artístico de la Barcelona Vieja organizado en 1907 con la intención de dejar constancia de las calles y las más de mil viviendas que se derribarían para poder construir la nueva Via Laietana. Según Calafell, en estas imágenes, fotógrafos como Adolf Mas, Narcís Cuyàs y Josep Pons, se dejaron llevar por la nostalgia y aportaron una visión positiva de los humildes. Son auténticos documentos de una ciudad que estaba a punto de desaparecer.
La exposición, que es gratuita, estará abierta hasta el 10 de enero de 2010.
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