Shell zanja con 11 millones la matanza de Ogoni
No habrá sentencia en el caso que sentó en el banquillo a Royal Dutch Shell por la ejecución de los nueve de Ogoni, líderes de un grupo de activistas medioambientales de esa región en Nigeria encabezado por el poeta Ken Saro-Wiwa. La demanda quedó zanjada en Nueva York con 15,5 millones de dólares (11 millones de euros), que abonará la petrolera anglo-holandesa a un fondo para el pueblo ogoni.
El caso Wiwa despertó gran interés porque podía haber sentado un precedente al juzgar en EE UU crímenes contra la humanidad cometidos en el extranjero, en base a la Alien Tort Claims Act. La ley fue creada en 1789, pero hasta ahora no había sido muy utilizada. El pacto evita que Shell afronte un proceso que podía haber dañado su imagen, o que los demandantes se vayan con las manos vacías después de 13 años buscando justicia.
Ken Saro-Wiwa lanzó su campaña pacífica contra Shell en los setenta, a raíz de un vertido de crudo en el delta del Níger. Esto forzó a la petrolera a abandonar la región en 1993. El poeta fue arrestado y ejecutado en noviembre de 1995 por el régimen militar de Sani Abacha junto a ocho miembros del Movimiento por la Supervivencia del Pueblo Ogoni, acusados de asesinato. Los familiares de las víctimas señalaron a Shell como cómplice de las ejecuciones y denunciaron que la petrolera contaminara sus tierras sin consecuencias.
Pacto extrajudicial
Ken califica de "satisfactorio" el acuerdo porque ayudará a "crear la fundación" para que las corporaciones asuman responsabilidades en el ámbito de los derechos humanos. Shell sufrió un importante revés en su estrategia cuando la semana pasada un tribunal de apelaciones diera la razón a los demandantes para que el caso fuera tratado en EE UU. Para Wiwa esto supone ya un gran paso, porque demuestra que las petroleras que operan en África pueden ser juzgadas por violación de derechos humanos. Otra cosa hubiera sido demostrar que Shell fue cómplice de las ejecuciones.
Malcolm Brinded, responsable de exploración y producción de Shell, reiteró que es "falso" acusar a la petrolera por esas muertes. Y dijo que lo correcto es centrarse en el futuro de los ogoni, "lo importante para la paz y la estabilidad de la región". Uno de los principales temores de la industria era que el juicio alimentase las acciones violentas de las milicias nigerianas contra sus instalaciones y personal.
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