Luis María de Larrea, obispo emérito
El obispo Luis María de Larrea y Legarreta fue un pacificador, pese a su carácter utópico. Le tocó vivir tiempos turbulentos. Se destacó entre los prelados que tomaron en serio el revolucionario Concilio Vaticano II, celebrado entre 1962 y 1965. La diócesis de Bilbao, de la que fue pontífice entre 1979 y 1995, vive todavía de sus iniciativas.