El PSC recupera el espantajo del pacto CiU-PP para las europeas
El tripartito constata "avances modestos" en la financiación
La demonización de los pactos entre Convergència i Unió y el Partido Popular, que tantos réditos electorales ha dado a los socialistas catalanes, vuelve a ocupar las primeras líneas de los manuales de estrategia del PSC con vistas a las elecciones europeas. No importa que la fórmula de presentarse como única alternativa a los pactos de la derecha tenga ya más de cinco años, ni que un socialista alcance la lehendekaritza esta semana con el apoyo del PP vasco. Los estrategas del partido consideran que la fórmula para desgastar a CiU y el PP sigue estando vigente para movilizar a un electorado de izquierdas muy desanimado por la crisis económica.
Los máximos dirigentes del partido se abonaron ayer a esta tesis. El presidente de la Generalitat, José Montilla, calificó al Partido Popular de "enemigo de Cataluña" por su posición ante el Estatuto catalán. En una entrevista en la cadena SER, Montilla reconoció que en algunos casos los socialistas catalanes ven a sus correligionarios del PSOE como "adversarios coyunturales" por las disputas por la financiación o los traspasos, pero aseguró que con el PP es mucho peor. "En el fondo son enemigos de Cataluña", dijo de los seguidores de Mariano Rajoy.
El Gobierno no descarta acabar el mes de mayo sin pacto financiero
La andanada contra los pactos CiU-PP vino por del secretario de Organización del PSC, José Zaragoza, quien aseguró que ambos partidos sienten "nostalgia" del Pacto del Majestic. El Partido Popular respondió con una furibunda queja a las palabras de Montilla. Según su presidenta regional, Alicia Sánchez-Camacho, Montilla es el "nacionalismo excluyente" en Cataluña.
Más allá del debate preelectoral, el esperado acuerdo sobre un nuevo sistema de financiación autonómica no es tan inminente como las declaraciones de distintos miembros del Gobierno central han dado a entender en los últimos días. Y que transcurra este mes de mayo, otro plazo más, sin fumata blanca es un escenario perfectamente posible. Pero los ministros de José Luis Rodríguez Zapatero han asumido un compromiso con el Ejecutivo de José Montilla: si no hay acuerdo, la financiación no figurará en el orden del día de la reunión ordinaria del Consejo de Política Fiscal y Financiera prevista para finales de este mes, ni mucho menos habrá otra reunión extraordinaria destinada específicamente a que las autonomías debatan el nuevo sistema. Así lo aseguran fuentes del Gobierno catalán, varios miembros del cual analizaron ayer la situación tras las recientes visitas de los ministros Manuel Chaves y Elena Salgado.
La parte catalana de la comisión mixta Estado-Generalitat (donde los tres partidos del Gobierno están representados) se reunió para evaluar los "modestos avances" de la negociación, explicaron fuentes del tripartito. Estos avances son "de carácter técnico", aunque abren la puerta a algunas de las reivindicaciones catalanas. Por ejemplo, a la hora de calcular la población como una de las variables clave para determinar las necesidades de gasto. Cataluña quiere que el cálculo se elabore sobre la base del censo más reciente posible.
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