Rajoy dibuja ante el presidente de la UE una visión desoladora de la economía española
Los populares logran que el PPE critique la "pasividad" de Zapatero ante el paro
Todos los que han trabajado con él saben que a Mariano Rajoy no le gustan los viajes fuera de España, al menos los de trabajo. No sólo porque su dificultad con los idiomas -similar a la de su rival, José Luis Rodríguez Zapatero- le genera incomodidades constantes, sino sobre todo porque cree que es más útil, políticamente, el tiempo empleado en recorrer los pueblos de España y hablar de "los problemas reales de la gente", como suele decir.
Y, sin embargo, el viaje a Varsovia, la capital polaca, donde se celebró un congreso del Partido Popular Europeo que concluyó ayer, le ha servido al líder del PP para encontrar apoyo a sus críticas a la política de la izquierda ante la crisis económica. El equipo de Rajoy, conducido en materia exterior por Jorge Moragas, organizó un acto con José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea. Frente a él, y otros dirigentes de la derecha europea, el líder del PP dibujó un panorama desolador de la economía española, donde la crisis, dijo, "es especialmente fuerte, con el peor dato de PIB desde 1960, y un descontrolado aumento del gasto público y un gran expansionismo del Estado" comandado por el Gobierno del PSOE. Barroso, diplomático, no quiso entrar a criticar las políticas de José Luis Rodríguez Zapatero, con quien se había reunido el día anterior y había avalado la presencia de España en el G-20.
El papel de Rajoy en la cumbre, donde se han dado cita 13 primeros ministros de la UE, ha sido residual. Menos de dos minutos de participación en el plenario, a pesar de que el PP tiene fuerza en el PPE, ya que el español Antonio López Istúriz es su secretario general. Esa fuerza se vio al final. Los populares lograron que el plenario aprobara por unanimidad una durísima resolución contra Zapatero, por la que todos los miembros del PPE, esto es, también Angela Merkel, Nicolás Sarkozy o Silvio Berlusconi, "consideran inaceptable la pasividad del Gobierno español ante la alarmante cifra de paro en España (17,5%) y deploran el fracaso de las políticas socialistas".
Resuelta la papeleta internacional, Rajoy se concentra ya en la campaña electoral en España y, sobre todo, en el debate del estado de la nación, clave para él en plena etapa de subida después de la victoria en las gallegas. El líder del PP está muy preocupado por el tono que debe usar y quiere prepararlo a conciencia, según explicó ayer en Varsovia en una conversación informal con periodistas.
En el último gran cruce en el Congreso, sobre la crisis de Gobierno, Rajoy tuvo mucho éxito con un tono irónico, burlón. Pero ahora se trata de hablar de cuatro millones de parados, de la crisis que afecta a todos, y el líder del PP se cuidará de frivolizar. A Rajoy le preocupan los tiempos -Zapatero suele ocupar hasta 10 veces más que él- y las encuestas -"pase lo que pase, siempre me dan perdedor, pero es porque casi nadie ve el debate", ironizó-.
Rajoy, que necesita ganar claramente este choque, está convencido de que Zapatero no podrá pactar la financiación en los 10 días que quedan, por lo que estará solo, pero está seguro de que antes de que acabe el año logrará un acuerdo con la izquierda (ERC, IU-ICV, BNG) con el que sacar adelante los Presupuestos y tener más tranquilidad parlamentaria.
[Fuentes de la dirección han asegurado que Rosa Estarás, incluida por Rajoy en la lista del Parlamento Europeo, seguirá al frente del partido en Baleares como eurodiputada. Pero la pugna por dominar el PP en las islas está en marcha, informa Andreu Manresa. Con un tercio del partido detrás, el alcalde de Calvià, Carlos Delgado, reclamó ayer la celebración de un congreso extraordinario, ocho meses después de haberse celebrado el último. "Es absolutamente necesario", dijo. No ve posible que Estarás compatibilice el escaño en la Cámara europea y la presidencia del PP balear].
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.