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La financiación autonómica

El segundo tripartito deterioró la comunicación

"¿Cómo ha ido?", preguntó Carme Chacón, nerviosa, a José Luis Rodríguez Zapatero. "Razonablemente bien", respondió el presidente sin más explicaciones. Zapatero acaba de salir de su reunión más complicada con José Montilla. Casi en el mismo momento, en otro pasillo de la sede del PSOE y camino del Comité Federal del partido, el presidente de la Generalitat de Cataluña era interceptado por uno de sus colaboradores, según fuentes conocedoras de la reunión. La pregunta fue la misma. "Ha ido bien", respondió aún con más sequedad el presidente de la Generalitat. Corría la última semana de noviembre de 2006 y Zapatero y Montilla acababan de cerrar el mayor desencuentro de los muchos que han tenido en los últimos tres años. Hacía apenas tres semanas que Montilla había tomado su decisión más arriesgada y que fue recibida por muchos de sus compañeros del PSOE como una deslealtad: reeditar el Gobierno tripartito catalán con ERC e ICV-IU, que tantos problemas les había originado y, además, sin atender los consejos de Zapatero.

Zapatero no podía decir que desconocía las intenciones de Montilla de intentar reconstruir el Gobierno tripartito, pero no esperaba que lo hiciera tan rápido, en tan sólo 48 horas. Se enteró de sus entresijos al aterrizar en Madrid procedente de México. Ni el entonces secretario de Organización, José Blanco, ni el presidente del partido, Manuel Chaves, ni el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que se quedaron de guardia al frente del PSOE, en ausencia de Zapatero, pudieron hacer nada para evitar que Montilla pactara con los socios que había tenido Maragall.

Zapatero vio en la reedición del Gobierno tripartito catalán el inicio de otro vía crucis y acusó el golpe. Su relación con Montilla se enfrió y durante tres semanas ejercieron de intermediarios la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y la dirigente del PSC, entonces vicepresidenta del Congreso, Carme Chacón. Montilla acudió, incluso, a Chaves para que le ayudara. El encuentro a fines de noviembre de 2006 aparcó las diferencias. Pero fuentes próximas a Montilla dicen que "la relación ya no es igual, que allí se rompió algo". Hoy se relacionan, a través del móvil, cuando hay problemas, lo que sucede con frecuencia.

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