Guipúzcoa propondrá en el CVF ajustar las aportaciones tributarias a la crisis

El desfase entre las previsiones de recaudación con las que se elaboran los presupuestos del Gobierno y las demás instituciones y la dura realidad suelen crear situaciones incómodas en su tesorería en tiempos de crisis. Por ello, la Diputación de Guipúzcoa planteará este lunes en el Consejo Vasco de Finanzas (CVF) que el ajuste de las aportaciones forales al Gobierno se vaya realizando a lo largo del año, en vez de esperar al último pago tal y como ocurre hasta ahora.

La recaudación en Guipúzcoa a lo largo del primer trimestre ha caído hasta los 646,9 millones de euros, un 17,4% menos con respecto al mismo periodo de 2008. La diferencia en este momento, incluyendo lo pagado tanto al Gobierno vasco como a entidades locales, asciende a unos 100 millones, según explicó ayer el diputado de Hacienda y Finanzas guipuzcoano, Pello González, durante la presentación de la campaña de la renta. La propuesta que llevará al órgano que reúne a las tres Diputaciones y al Gobierno vasco -cada ente foral tiene un voto y el Ejecutivo tres- hará hincapié en la conveniencia de afrontar esta realidad "con el mismo criterio". "La intención es no hacernos trampas entre instituciones", resumió González.

"La idea es no hacernos trampas entre instituciones", señala Pello González

"Si prevemos una liquidación que vaya a ser negativa a finales de año, tenemos que intentar hacer ajustes para que no haya desfases de tesorería tanto en la recaudación como en la caja de las tres diputaciones, que seríamos las que sufriríamos este efecto", añadió el responsable de la hacienda foral.

La situación parece aun más complicada en el caso de la financiación municipal. Los ayuntamientos vascos deben devolver alrededor de 200 millones de euros a las Diputaciones, cantidad correspondiente a la diferencia entre el dinero recibido en 2008, estipulado en los presupuestos, y el resultado definitivo de la recaudación a final de ese año. En Guipúzcoa el desfase ascendió a 54 millones. Como solución, el ente foral ha permitido a los consistorios distribuir el pago a lo largo de dos años, sin intereses. En Álava, la diferencia final se quedó en 44 millones, de los cuales 32 millones se financian igual que en Guipúzcoa y otros 12 son asumidos por un fondo de estabilización creado por la Diputación, que nace en números rojos y se cubrirá con los remanentes cuando la realidad vuelva a superar las previsiones. Éste garantizaría a los municipios el 95% de la financiación presupuestada si la modificación de la norma foral es aprobada en las Juntas Generales alavesas, según explica un portavoz del gobierno provincial: "Como mucho, los consistorios perderían el 5%".

En Guipúzcoa, en el último Consejo Territorial de Finanzas, se decidió que se analizarían los datos de recaudación del primer trimestre para ver si se mantenía el escenario del último pago o si el ajuste se iba realizando a lo largo del año. La idea, en principio, no le sonó mal a Eudel.