Las capturas de erizo caen este año un 50%

Las capturas de erizo caen en picado en las lonjas gallegas. En lo que va de año se han subastado 164.675 kilos del equinodermo, mientras que en 2008, a estas alturas, habían pasado ya por las rulas 382.140 kilos. Buena parte de esta caída se debe a la inactividad que reina entre los mayores productores gallegos de este recurso. Aguiño y Ribeira, que gestionan un polémico plan conjunto, no han subastado ni un solo kilo desde que arrancó el año y no parece que vayan a hacerlo esta temporada, que finaliza en mayo con la apertura de la veda.

Desde la cofradía de Aguiño atribuyen el paro a la escasez del recurso y a discrepancias en los precios.

Y mientras en el norte pierden clientes, los buzos de Cangas aprovechan la oportunidad que les brinda el mercado para disparar su oferta. Pese al mal tiempo, recogieron más de 6.000 kilos en febrero, frente a los casi 1.800 del mismo mes de 2008. Una tendencia que se aplica también a los precios, que mantienen una media de 3,1 euros.

El erizo no goza en Galicia del favor general de los consumidores, por lo que la mayor parte se exporta. No obstante, la enorme demanda de este recurso, sobre todo de Asturias, ha derivado en una fuerte explotación que empieza a hacer mella en algunas zonas del litoral, como en A Coruña, Barallobre (Fene), o Camelle (Camariñas), donde la evolución de la biomasa es negativa, según datos de la Consellería de Pesca. De ahí que los 19 planes de explotación aprobados por la Xunta para 2009 estén marcados, en su mayoría, por la reducción del esfuerzo pesquero.

Frente a esto, un equipo de investigadores coordinados por José Manuel Rodríguez trabajan desde hace tres años en el cultivo del erizo. El proyecto se desarrolla desde Galicia en colaboración con Asturias y Canarias para dar respuesta a la progresiva merma de los bancos marisqueros y "para conocer mejor todos los ciclos biológicos" de la especie, desde la cría de juveniles al pre-engorde. El objetivo es iniciar la repoblación y alcanzar la talla comercial en el periodo más breve posible, tal y como apunta la bióloga Justa Ojeda.

La ría de Muros alberga la batea experimental, gestionada por el profesor Manuel Rey de la facultad de Biología de la Universidad de Santiago, donde se lleva a cabo el engorde de los ejemplares que cultivan en el Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) de Ribadeo. Justa Ojeda, técnica del CIMA, destaca lo interesante de este estudio a nivel comercial para los conserveros, que sólo compran la gónada. "Se ampliaría bastante el periodo para envasar", dice. La clave está en acelerar el proceso de engorde que se realiza en batea. La otra vertiente de la investigación se centra en la cría de juveniles. Los ejemplares de 10 a 15 milímetros se llevan a una batea donde se pone a prueba el rendimiento de distintos alimentos, como algas y piensos. Por ahora, producir a escala industrial resulta caro, aunque el sector confía en que el erizo se convierta en un recurso con futuro ante las expectativas de mercado que ofrecen las regiones asiáticas o países como Francia.