Pilar será madre después del cáncer
Primer embarazo en España tras un reimplante de tejido ovárico propio
Pilar perdió toda capacidad de tener hijos tras el tratamiento al que se sometió para combatir un cáncer de pecho hace tres años. Pero antes de pasar por las sesiones de quimioterapia optó por congelar una muestra de su tejido ovárico y preservar sus esperanzas de ser madre en un tanque de nitrógeno líquido a 196 grados bajo cero.
Ahora, después de superar el tumor, esta valenciana de 39 años verá cumplido su deseo. Espera para el mes de agosto el nacimiento de gemelos -dos chicos- y se ha convertido en la primera paciente en España que ha logrado quedar embarazada después de someterse a un reimplante de corteza ovárica, realizado en el hospital Doctor Peset, un centro de la red pública valenciana. Hasta el momento, sólo se han descrito en el mundo cinco casos de bebés nacidos tras este proceso.
La técnica consiste en salvaguardar la capacidad reproductiva de las mujeres frente a la agresión que suponen los ciclos de quimioterapia y radioterapia. Para ello, antes de someterse a la medicación o las radiaciones, se extrae la corteza del ovario de la paciente, se congela y se almacena. Este tejido alberga decenas de miles de ovocitos inmaduros -centenares de miles, si se trata de menores- y representa la garantía de la futura capacidad reproductora de la mujer.
Una vez superada la enfermedad, se reimplanta la corteza, pero no en el mismo ovario, sino en el otro. "Ha estado menos expuesto a la medicación y mantiene mejor riego sanguíneo", explicó ayer María Sánchez, directora del programa de preservación de la fertilidad del hospital. Tras el implante, los ovarios necesitan entre cinco semanas y ocho meses para volver a funcionar a pleno rendimiento. No sólo se trata de reanudar la ovulación, sino también la función hormonal, que permite una mejor calidad de vida al retrasar los efectos de la menopausia.
Esta intervención quirúrgica devuelve la fertilidad, pero no garantiza un embarazo natural. Un 70% de las mujeres necesitarán un tratamiento de fecundación asistida. Fue el caso de Pilar, que acudió al Instituto Valenciano de Infertilidad, donde se recurrió a una técnica denominada vitrificación que permite congelar ovocitos y así acumular un número suficiente para garantizar el éxito del proceso de fecundación in vitro. Y así fue, aunque fuera al segundo intento.
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