La crisis liquida las inversiones gallegas en los paraísos fiscales
Hasta octubre sólo se contabilizan 40.000 euros desviados a países opacos
Un tsunami sacude las inversiones de las empresas gallegas en los comunmente conocidos como paraísos fiscales. El constante incremento de flujos de fondos que se venía observando en los últimos cuatro años desde Galicia hacia plazas financieras con baja o nula tributación y mucha opacidad se frenó en seco en 2008. El año de la crisis también pasará por ser el de la drástica caída de la evasión fiscal a otros países. Al menos, la oficialmente contabilizada por la Secretaría de Estado de Comercio.
Los más de 20 millones de euros que salieron desde Galicia en 2007 a territorios como Panamá, Islas Caimán y Hong Kong, y que llegaron a representar el 8% de todo lo invertido desde España en paraísos fiscales, son ahora un espejismo frente a los exiguos 40.000 euros registrados en los nueve primeros meses del 2008. En total, las empresas gallegas habían destinado, directamente más de 30 millones en los últimos tres años a plazas conocidas y perseguidas por propiciar la evasión fiscal, una cifra que el registro de la Secretaría de Comercio eleva prácticamente a los 50 millones si se analizan los últimos diez años.
"Es común que las empresas realicen operaciones triangulares"
El blanqueo de dinero y la evasión fiscal son los objetivos
Jaime Aneiros, profesor de Derecho Financiero de la Universidad de Vigo, recuerda que frente a las obligaciones estadísticas de los Estados, "es común que las empresas realicen operaciones triangulares o mediante firmas interpuestas", de ahí que los datos puedan tener fuertes variaciones. Fuentes del Instituto Español de Comercio Exterior corroboran las limitaciones de la estadística de estos movimientos en lugares donde opera el secreto bancario, las cuentas de las empresas no son públicas y la ausencia de control se toma como la mayor ventaja.
La consideración de paraíso fiscal en España la define una lista aprobada por Real Decreto en 1991. La relación enumera 48 territorios, aunque el propio Ministerio de Economía reconoce que se encuentra "desactualizada como consecuencia de haber suscrito acuerdos de intercambio de información tributaria".
Islas Vírgenes, Malvinas, Islas Caimán, Omán, Seychelles, Panamá, Bermudas, Andorra y Hong Kong dibujan tradicionalmente la topografía internacional de la opacidad que seduce al dinero gallego.
Blanquear dinero y eludir impuestos es el principal objetivo: sociedades offshore o extraterritoriales pueden llegar a evadir en parte o totalmente el importe de las tasas sobre transferencias de bienes, IRPF, Sucesiones o Sociedades. Algunos Estados no gravan las rentas generadas en su territorio y otros despenalizan cualquier movimiento que venga del exterior. Todos se niegan siempre a colaborar con agencias tributarias del resto de países del mundo y ofrecen cada vez más oportunidades de negocios.
Entre 1998 y 2007, las empresas españolas desviaron a paraísos fiscales más de 7.000 millones. Ocho de cada diez euros que circulan por estos destinos son inversiones bancarias o de servicios financieros y en sociedades de cartera -holdings-, que en estos países pueden crearse sin apenas trámites en menos de 24 horas.
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