Se acabó la fiesta. Tras cinco años consecutivos de beneficios récord, las empresas han dado un paso atrás. La crisis ha afectado de forma generalizada a las cuentas de resultados. El deterioro era casi imperceptible a comienzos de año, fue dejándose notar desde el verano y ha tenido efectos demoledores en el tramo final del año. Bastantes empresas se salvan de la quema en la foto anual, pero pocas lo hacen al analizar los últimos tres meses.
Dos instituciones financieras de la UE, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) junto con el Banco Mundial prometieron ayer destinar 24.500 millones de euros para refinanciar a las entidades financieras del centro y Este de Europa, especialmente golpeadas por la crisis mundial.
Citigroup, ahogado en activos tóxicos, optó ayer por poner hasta un 36% de su capital en manos del Tesoro de EE UU mediante una conversión de acciones. La maniobra se ve en Wall Street como una "nacionalización parcial" de la entidad, ya que desde esta posición Washington podrá pedir que se sigan determinadas políticas, como proceder a cambios en su consejo, sin entrar en cuestiones operativas del grupo. Citigroup cayó ayer un 39% en Bolsa.
El comité ejecutivo de la CEOE tuvo ayer sesión doble. Primero con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en La Moncloa, con la presencia de los ministros de Economía, Industria, Vivienda y Trabajo. Después, jugando en casa, con los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo.