"La detective Kinsey Millhone soy yo", afirma Sue Grafton
T de trampa transcurre entre 1987 y 1988 en Santa Teresa, pequeña ciudad del sur de California, a 250 kilómetros de Los Ángeles, donde vive y trabaja la investigadora privada Kinsey Millhone, creada por Sue Grafton (Louisville, Kentucky, 1940). Pero que a nadie se le ocurra buscarla en el mapa. No existe. "Es un microcosmos, el pequeño mundo de Kinsey", explica la escritora. "Decidí inventar ese territorio para controlar el tiempo, distribuir calles y edificios a mi gusto... Soy la diosa patrona de Santa Teresa".
Kinsey Millhone tiene 37 años en esta novela y vive una temporada tranquila. Se dedica a distribuir requerimientos judiciales, investiga un accidente de tráfico y trata de ocuparse de su vecino Gus, de casi 90 años, el cascarrabias del barrio. "Me gusta que todo en la superficie parezca inocente y después se abra como una flor". Y todo estalla. Como ya hizo en S de Silencio, Grafton evita que Kinsey ("Explora siempre las zonas oscuras del hombre para ganar la batalla al mal") sea la única narradora. En T de trampa (Tusquets y, en catalán, Edicions 62) alterna los capítulos de Kinsey con los de una enfermera que tampoco es lo que aparenta. Los lectores se darán cuenta antes que la investigadora.
Más joven y valiente
En casi todas las 20 novelas de la serie Alfabeto del crimen, Kinsey está rodeada de personas muy mayores: el más joven tiene 78 años. "Hay muchas personas mayores activas y me gusta dar una visión positiva de ellos. Quizá porque también soy mayor y quiero tener una imagen positiva".
En esa eterna juventud, ¿Kinsey volverá a casarse? "No lo sé, porque ella es mi jefa; incluso en alguna ocasión, cuando quiero hablar de cosas suyas, me dice que no son de mi incumbencia". ¿Tan identificada está con ella? "Kinsey soy yo. Claro que ella es más joven, más delgada y más valiente. Ella se ha divorciado dos veces y yo también".
Kinsey ha logrado, a lo largo de sus 20 novelas, una biografía muy sólida, pero lleva a sus espaldas tres muertos. A todos los mató en defensa propia. ¿También se identifica Grafton con eso? "La esencia de la novela negra es la batalla entre el bien y el mal. Si para que gane el bien alguien debe morir, qué le vamos a hacer".
Babelia
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