La Comunidad cierra seis bares de Alcorcón por tráfico de drogas

El Ayuntamiento de Alcorcón tiene sobre la mesa las órdenes de cierre de seis bares del municipio por tolerar el consumo de drogas en su interior. Cinco de ellos se clausurarán esta misma semana, mientras que el sexto cerró ya hace algunos días por voluntad de sus dueños, según explicaron ayer fuentes municipales. Junto a estos cierres, que se suman a los 13 llevados a cabo en mayo y septiembre, el Consistorio tramita otros 15 expedientes a otros tantos locales que podrían culminar con nuevas clausuras.

Los locales que cerrarán durante los próximos días son El Tiempo, Los Pinos y Sima, todos ellos situados en el centro de la localidad, así como Casablanca, ubicado en el barrio del Parque de Lisboa, y Atrio, que se encuentra en el barrio de Ondarreta. También estaba decretada la clausura del bar Florida, si bien los dueños de este último decidieron cerrar el local hace ya algunas semanas.

El precinto de estos bares, por un periodo de seis meses y un día, es posible gracias a las resoluciones de la Consejería de Interior de la Comunidad, que se basan en las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Municipal de Alcorcón. Todas las sanciones tienen carácter administrativo y se deben a infracciones a la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, que regula la actividad de estos locales.

Medio eficaz

De hecho, el Ayuntamiento de la localidad ha encontrado en esta ley una aliada para luchar contra el tráfico a pequeña escala de hachís en el municipio. A través de las sanciones a los bares por permitir el consumo de drogas, las administraciones local y regional han hallado un medio eficaz para cerrar locales en los que, según las investigaciones policiales, se lleva a cabo menudeo de drogas.

Desde el pasado mes de mayo, Ayuntamiento y Comunidad han tramitado y ordenado el cierre de hasta 19 locales del municipio. La mayor parte de ellos se encuentran en la zona centro de la localidad, que se ha destacado en los últimos años por ser una de las principales canteras en el tráfico de hachís del sur de Madrid.

De los bares precintados, cinco han vuelto a abrir sus puertas tras cumplir la sanción de seis meses. Fuentes municipales destacaron que si estos locales vuelven a incumplir la ley podrían ser cerrados por un periodo superior a los dos años.