D3M y Askatasuna están "a las órdenes de ETA", según Garzón

Una de las vías que pueden llevar a la suspensión de las actividades de las nuevas formaciones de la izquierda abertzale, la penal, ya está en marcha. El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón envió en la madrugada de ayer a prisión a ocho destacados dirigentes directamente comprometidos con las dos nuevas plataformas -Democracia 3 Millones (D3M) y Askatasuna- que ese colectivo ha lanzado para estar presente en las próximas elecciones vascas. Ambos colectivos presentaron ayer mismo sus listas de candidatos al Parlamento de Vitoria.

En sus razonamientos, Garzón recuerda cómo la ilegalizada Batasuna, junto a Ekin, ha pasado a convertirse en el "referente político" de ETA. Esas dos formaciones actuarían como directoras del "entramado terrorista" en las instituciones políticas. De la mismo modo que ocurrió con ANV en las municipales de 2007 y con el PCTV en las vascas de 2005, las "marcas de la casa" de la izquierda abertzale para los próximos comicios vascos serían Askatasuna, que según el juez sería ilícita desde su creación en 1998, y D3M, presentada el pasado 10 de enero en una conferencia pública en el hotel Abando de Bilbao.

Tres detenidos pertenecen a la Mesa Nacional de Batasuna

La banda quiere impedir que su electorado "se decante a lo útil"

Askatasuna, como D3M, "ha quedado en la reserva como marca propia de ETA/Ekin/Batasuna para poder accionarla en cualquier momento (...) compartiendo candidatos, sedes e iniciativas en pro de un objetivo común: burlar las instituciones del Estado y conseguir estar presentes en las mismas para así dar cumplimiento a la estrategia terrorista de ETA cuando las circunstancias lo exijan", según el auto. D3M sería "el centro organizativo de la nueva Batasuna y las demás entidades convertidas en un todo orgánico" a las órdenes de ETA.

Garzón considera que los ocho encarcelados actuaban ilícitamente bajo la dirección de responsables de Batasuna, ANV, PCTV y Ekin para "cumplir las órdenes de ETA de participar en las elecciones al Parlamento vasco de marzo de 2009". Ese mandato se encuentra, según el juez, en uno de los documentos intervenidos en el que se reclama la creación de "una oferta de lucha para combatir" a "nuestra amplia base" para que "no se decante a lo útil". "Será imprescindible crear otra referencia institucional y política en el abertzalismo y en las bases de la izquierda abertzale", establece ese mismo escrito.

El auto de Baltasar Garzón constata además la existencia de una nueva Mesa Nacional de Batasuna que actuaría, según el juez, en la clandestinidad ya que, al menos tres de los detenidos, Agurtzane Solaberrieta, Elizabet Zubiaga y Hodei Egaña, formarían parte de ella como responsables de comunicación, educación y máximo dirigente en Guipúzcoa, respectivamente, según la resolución.