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Rabat abre juicio por tráfico de hachís contra 61 militares y policías

Marruecos desmantela una red que introducía la droga en España desde Nador

El juicio que se avecina en Marruecos contra traficantes de droga va a batir varios récords: nunca tantos imputados, 79, se han sentado juntos en el banquillo y nunca entre ellos ha habido tantos militares, gendarmes y policías: 61. Además, es posible que la cifra de implicados aumente en las próximas semanas.

El desmantelamiento de una red que introducía hachís desde la provincia de Nador, junto a Melilla, en España y el Benelux ha puesto al descubierto las complicidades de las que gozan los traficantes entre militares y fuerzas de seguridad dedicadas, en teoría, a combatirles.

El juez instructor de Casablanca inculpó el viernes a 29 miembros de la Marina Real (entre ellos cinco comandantes), 17 gendarmes y 15 agentes de las Fuerzas Auxiliares (cuerpo parapolicial) de constitución de banda criminal, tráfico de drogas y corrupción. Casi todos ellos estaban destinados en Nador, pero han ingresado en la prisión de Oukacha (Casablanca) mientras que sus cuentas y sus bienes han sido bloqueados, así como los de sus esposas y descendientes.

Aunque no está detenido, el almirante Mohamed Berrada, inspector jefe de la Marina Real, ha sido destituido por el rey Mohamed VI, que le reprocha su negligencia, según el diario Al Jarida al Oula. Otros altos cargos de las Fuerzas Armadas Reales corren el mismo riesgo.

La imprudencia de un comandante de la Marina que en una discoteca de Agadir, donde estaba de vacaciones, esnifó cocaína y repartió a las chicas billetes de 200 dirhams (18 euros) fue el detonante de una investigación que condujo a la policía al lugar en el que este militar estaba destinado: Nador.

El 11 de enero fue detenido, en un suburbio de esa ciudad, Mohamed Lghani, presentado como un "importante narcotraficante" y, a partir de ahí, cayeron los demás. Los 18 civiles apresados son, sin embargo, "pesos pluma" de la red porque los verdaderos capos han huido y la prensa marroquí asegura que algunos han cruzado a Melilla. La justicia ha dictado orden de busca y captura contra dos docenas de sospechosos.

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El hachís cultivado en el Rif se carga en lanchas que, provistas de hasta cinco motores de 200 caballos, pueden transportar hasta cinco toneladas a 130 kilómetros por hora hasta las costas españolas, por lo que sólo pueden ser perseguidas en helicóptero. Hasta hace un par de años zarpaban de Mar Chica, la laguna salada que baña Nador, pero últimamente el grueso de la flotilla de la droga se había trasladado al cabo Tres Forcas, un lugar apartado al noroeste de Melilla.

Por hacer la vista gorda las fuerzas de seguridad cobraban, según el semanario Le Journal de Casablanca, entre 9 y 18 euros por cada kilo embarcado. Podían llegar a embolsarse, en el mejor de los casos, hasta 90.000 euros por cada planeadora que se echaba a la mar.

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