Los radicales de ANV pierden la primera alcaldía por no condenar a ETA
El PNV recobra el poder en Azpeitia en un pleno con insultos y mucha tensión
La ilegalizada ANV perdió ayer la alcaldía de Azpeitia, localidad guipuzcoana de poco más de 14.000 habitantes, al prosperar la moción de censura presentada contra su alcalde, Iñaki Errazkin, por no condenar hace un mes y medio el asesinato a manos de ETA de uno de sus vecinos, el constructor Ignacio Uria, cuya empresa trabaja en las obras del AVE vasco. Julián Eizmendi, del PNV, la fuerza más votada en las municipales de 2007, recuperó el poder -ya fue alcalde en el mandato anterior, entre 2003 y 2007- en un pleno extraordinario que se desarrolló con enorme tensión y entre insultos y continuas interrupciones. Simpatizantes del PNV plantaron cara en todo momento a los radicales presentes en el salón de plenos.
Un concejal de EA apoyó la moción de censura y el otro votó en contra
Los partidos democráticos han conseguido ahora en Azpeitia lo que no pudieron lograr hace menos de un año en Mondragón y otros 13 ayuntamientos vascos gobernados en minoría por ANV tras el asesinato en marzo de 2008 del ex edil socialista Isaías Carrasco. Es la primera vez que los demócratas logran sumar sus fuerzas para arrebatar, por medio de una moción de censura, una alcaldía a la izquierda abertzale desde la ilegalización de Batasuna, en marzo de 2003.
ANV (seis concejales) gobernaba en Azpeitia gracias al pacto que suscribió tras las municipales de 2007 con EA (dos ediles) y Aralar (uno). Ambas formaciones abandonaron el equipo de gobierno local tras negarse los corporativos radicales a condenar el asesinato de Uria. En ese momento, el PNV puso en marcha la moción de censura para la que necesitaba el apoyo de un concejal más.
La moción fue aprobada ayer con los votos de los ocho ediles del PNV y el de Mikel Ibarzabal, quien se presentó en las listas de EA como independiente. El otro representante de este partido, Manuel Unanue, votó en contra con el argumento de que la moción "no sirve para traer la paz". Los seis representantes de ANV también se opusieron y el de Aralar se abstuvo.
El griterío de los simpatizantes abertzales impidió al nuevo alcalde tras su elección exponer en el salón de plenos sus iniciativas para el futuro inmediato. Después explicó a EL PAÍS que se esforzará en "lograr una convivencia en paz a través del respeto de los derechos humanos de todas las personas".
Eizmendi tendrá que gobernar en minoría, ya que tanto EA, que ayer dejó claro por boca de su presidente, Unai Ziarreta, que "no extenderá" a otros ayuntamientos las mociones de censura, como Aralar anunciaron en su momento que sus ediles no se integrarán en el nuevo equipo de gobierno.
Al finalizar el pleno, un centenar de radicales, que se habían manifestado antes de su inicio y aguardaban en el exterior del consistorio la salida de los concejales, se encararon con los cargos del PNV, lo que originó la intervención de la Ertzaintza. Recuperada la normalidad, Errazkin reunió en la plaza del pueblo a sus simpatizantes para agradecerles su apoyo. Tras perder Azpeitia, ANV sigue gobernando en 42 ayuntamientos (33 del País Vasco y otros nueve navarros).
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