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Crisis energética en la UE

Ucrania impide que el gas bombeado por Rusia vuelva a fluir hacia Europa

Kiev alega nuevos motivos técnicos para bloquear los conductos de Gazprom

Pilar Bonet

Ucrania alegó ayer nuevos motivos -supuestamente técnicos- para no permitir que fluyera hacia Europa el gas que Gazprom comenzó a bombear a las 10 de la mañana hora de Moscú (dos horas menos en España). El observador europeo Michael Hüken certificó la salida del combustible ruso en dirección a Ucrania, según informaciones de Gazprom, que había cerrado la espita del gas en tránsito hacia Europa el 7 de enero y acusó a Kiev de robarlo. Tras las explicaciones económicas, financieras y técnicas que complican el contencioso entre los dos vecinos eslavos se perfilan cálculos económicos y geoestratégicos de largo alcance por parte de los dirigentes ucranios para conseguir implicar más a Bruselas en su relación con Rusia.

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Los rusos bombearon el gas por Sudzha, una estación en su frontera occidental que según Gazprom es la que se utiliza para enviar el combustible a la UE. Ucrania, sin embargo, alegó que no podía dejar entrar el gas -con destino preferente a Bulgaria y los Balcanes- ya que había cambiado el régimen de funcionamiento de sus propios gasoductos. Según la versión de Kiev, dejar pasar el combustible desde Sudzha hacia su destino suponía cortar el aprovisionamiento a cuatro importantes regiones industriales. Los depósitos de gas de Ucrania están en su parte occidental y las zonas de mayor consumo energético, en el este. En Moscú, Alexandr Medvédev, vicepresidente de Gazprom, dijo que Oleg Dubina, el presidente de la ucraniana Naftogaz, avisó en una carta a Gazprom de la alteración del régimen de la red de gasoductos desde el uno de enero. La fecha de la decisión indicaba, según Medvédev, que Ucrania ya planeaba no dejar transitar el gas a Europa antes de que Gazprom lo cortase. El monopolio ruso interrumpió el abastecimiento a Ucrania el 1 de enero y ayer planeaba bombear 76,6 millones de metros cúbicos. Dubina admitió que Ucrania no había abierto las espitas y Gazprom calificó de "sin fundamento" las alegaciones de Kiev.

La disputa entre Naftogaz y Gazprom versa formalmente sobre quién debe pagar el llamado "gas tecnológico" para impulsar el combustible en tránsito, así como los precios y tarifas del comercio bilateral. Tras estos elementos se perfilan otros políticos y también cálculos económicos y estratégicos a largo plazo. Ucrania está jugando muy fuerte para conseguir que la UE le preste apoyo y protección frente a Rusia con la intención de reparar los errores cometidos al negociar los contratos que ahora la vinculan jurídicamente con Gazprom.

Kiev pretende acabar con estas condiciones desfavorables, que en su día se presentaron como un éxito por separar el tránsito del comercio bilateral. A los dirigentes ucranios les gustaría que la UE comprara el gas en la frontera entre Ucrania y Rusia y les pagara el tránsito por su territorio. Esto permitiría a Ucrania concertar acuerdos de tránsito con la UE y no con Gazprom.

Ucrania no permitió ayer a los observadores visitar el centro de control central del gas ni sus depósitos.

Víctor Yúshenko, presidente ucranio.
Víctor Yúshenko, presidente ucranio.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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