Nissan y Seat empiezan 2009 sedientas de más carga de trabajo

Las fábricas catalanas de coches y de componentes de automóviles inauguran 2009 entre interrogantes mayúsculos. Los principales grupos de un sector que representa casi el 15% del producto interior bruto (PIB) industrial de Cataluña, como Nissan, Seat, Pirelli y Lear, encaran enero en una especie de limbo transitorio, a la espera de nueva carga de trabajo que evite despidos masivos, vista la caída de la demanda de coches sufrida en 2008, la mayor de la historia. Los sindicatos dan por hecho que, en la adjudicación de nueva carga de trabajo, aún por concretar, los fabricantes condicionarán sus decisiones a que las plantas y sus plantillas se aprieten más el cinturón de los costes.

"Nuestra preocupación es todo lo que pueda ocurrir a partir del 7 de enero, porque después de la tregua de la Navidad, muchas de las actuales suspensiones de empleo se pueden convertir en extinciones de contratos", alerta Isabel Martínez, responsable del sector del Metal en UGT de Cataluña. Por ejemplo, en Nissan.

La batalla comienza esta semana: el próximo miércoles, la compañía y los trabajadores se verán las caras por primera vez después de que la multinacional japonesa aceptase cambiar el plan de 1.680 despidos por la suspensión temporal de empleo de 3.332 personas en Barcelona.

Este ajuste eventual ha ofrecido un margen de tiempo para negociar un plan de futuro de la fábrica, pero Nissan ha advertido ya de que es indispensable un recorte de gastos y de empleo en Barcelona a cambio de que se adjudique nueva producción. No está claro si Barcelona puede fabricar su futuro coche eléctrico, sólo viable a largo plazo, y no se ha hablado de otros proyectos. "Los trabajadores están dispuestos a hacer sacrificios, pero sólo si hay un plan serio detrás", subraya Martínez.

Y eso que, paradójicamente, Nissan es una de las pocas marcas que ha ganado ventas (3,8%) en el último año en el mercado español, aunque su peso es pequeño (matriculó sólo 34.700 unidades en 2008). En Cataluña, la caída de ventas fue del 30,2%, superior a la media española.

"Las pobres ventas de 2008 originarán un aumento de las existencias que llevará a una producción muy baja y la reactivación en el trimestre siguiente dependerá de lo que ocurra con la economía", augura Vicenç Rocosa, portavoz del Metal de Comisiones Obreras de Cataluña.

La propia patronal de los fabricantes, Anfac, augura para 2009 que, por primera vez en 13 años, se venderá menos de un millón de coches. En este contexto, Seat, que tiene el mandato de su matriz Volkswagen (VW) de convertirse en líder del mercado español, ha vendido el 27% menos de turismos, quedándose en 102.125 coches, y afronta dos recortes de empleo temporal que afectan a 5.300 trabajadores en Cataluña. VWse plantea la posibilidad de fabricar un nuevo modelo de Audi, el Q3, en Martorell, pero, en la negociación que se desarrollará este año también exige un esfuerzo de competitividad como contrapartida.

Rocosa considera que la adjudicación de este nuevo modelo sería una buena noticia, pero, desde luego, "lo mejor sería que se dedicaran a ampliar la cuota de mercado de la propia Seat, en lugar de optar por fabricar otras marcas como Audi". "Claro que sería bueno un nuevo modelo, pero la cuestión es a cambio de qué", zanja UGT.

Al Gobierno catalán también le inquieta la viabilidad futura de Pirelli en Manresa, pese a las promesas de su presidente, Mario Tonchetti, después de que la empresa haya recortado la plantilla en 257 personas y la producción de neumáticos en un 30%.

Cada empleo amenazado en los fabricantes de automóvil se traduce en tres puestos en peligro entre sus proveedores. Tras ajustes como el de Acciona y Ficosa, la Generalitat teme abiertamente el cierre inminente de la fábrica de cableado que la multinacional de componentes de Lear en Roquetes (Baix Ebre), por ejemplo. Los sindicatos tiemblan por todas las fábricas de este ramo, "pero sobre todo las de capital autóctono, porque sin liquidez, y con poca demanda, no tendrán capital circulante para operar", resume Rocosa. El sector ha reclamado al Gobierno medidas inmediatas para estimular la compra de coches.