1.700 inmigrantes indocumentados desembarcan en Italia en cuatro días
Barcazas de 'sin papeles' procedentes de Libia arriban a la isla de Lampedusa
Ni las bajas temperaturas ni las difíciles condiciones del mar han frenado esta Navidad los viajes de la esperanza entre la costa norteafricana e Italia, donde desde el pasado día 25 han desembarcado 1.700 inmigrantes indocumentados. Sólo ayer llegaron casi 600 personas a las costas italianas en pocas horas. Durante la mañana se avistó una barcaza en las costas de la isla de Lampedusa con 253 personas a bordo, entre ellas, 60 mujeres y cuatro niños. Una segunda barca con 300 inmigrantes fue rescatada a primeras horas de la tarde en la isla de Linosa después de haber encallado.
Un verdadero drama se desarrolla estos días en Lampedusa, donde el centro de acogida, con capacidad sólo para 840 personas, está desbordado, algo muy inusual en esta época del año. Los inmigrantes han empezado a ser trasladados a otros centros en las regiones de Calabria y Puglia.
El centro de acogida está desbordado, algo inusual en esta época
Las autoridades, para hacer frente a este enorme éxodo, van a usar aviones para reforzar las labores de patrullaje que ya realizan embarcaciones y helicópteros. Según los últimos datos oficiales, en 2008, entre enero y agosto, han llegado a Italia por vía marítima 20.967 ciudadanos extranjeros, un 55% más que en 2007. Por lo que se refiere directamente a Lampedusa, el aumento es del 87% respecto al mismo período el año anterior.
La llegada de inmigrantes parece no tener fin. En la tarde de ayer, los servicios de vigilancia de Lampedusa recibieron un aviso sobre la presencia de otra barcaza con 150 inmigrantes a bordo. "No hemos podido aún localizar la posición exacta, pero, por las indicaciones que nos han dado, parece que están en aguas territoriales libias", dijo a Efe un portavoz de los guardacostas.
La situación de emergencia ha llegado a Roma, donde el ministro del Interior, Roberto Maroni, ha pedido al ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, que presione a Libia para que ésta cumpla los acuerdos de control de salida de indocumentados. Libia es el país desde donde salen la mayor parte de los barcos hacia Italia, y hace un año, el Gobierno de Romano Prodi firmó un pacto con sus autoridades para patrullar conjuntamente las costas. El Gobierno italiano querría por parte de Trípoli una mayor colaboración para prevenir las salidas de las pateras, sobre todo después del acuerdo firmado este verano entre el primer ministro, Silvio Berlusconi, y el líder libio, Muammar el Gaddafi, según el cual Italia pagará miles de millones de euros en compensación por los abusos cometidos en el período colonial. Se ponía así fin a 40 años de roces. Pero el pacto aún no ha sido ratificado por el Parlamento, y quizá por eso Libia hasta ahora mira hacia otro lado.
Los inmigrantes suelen proceder de Túnez, Marruecos, Argelia, Chad y Somalia.
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