Hacienda refuerza su control sobre todo el crédito público y el endeudamiento

El Gobierno ha esperado hasta el último minuto para poner en marcha el Instituto Vasco de Finazas, un organismo que nace con una doble voluntad de control y centralización financiera. El Consejo de Gobierno aprobó ayer sus estatutos y le proporcionó una dotación inicial para su puesta en marcha, de 80 millones de euros con cargo a la tesorería. La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, dejó claro que el fin de la institución es convertirse en el "primer instrumento" para la aplicación de la política financiera y crediticia del Ejecutivo. En otras palabras, la dispersión financiera en el Gobierno se va a terminar y el control, la gestión y la toma de decisiones sobre el endeudamiento o el crédito van a pasar directamente al Departamento de Economía y Hacienda, que ahora dirige la propia Zenarruzabeitia. El Instituto echará a andar el próximo 1 de enero.

La creación del organismo está regulada en la ley de Presupuestos de 2008, que se aprobó con los votos de los socialistas. El Instituto irá asumiendo de forma progresiva las funciones para las que ha sido creado. Así, cerca de 180 millones de euros que controlan distintos departamentos en anticipos reintegrables o son recursos que maneja Ekarpen (la sociedad que gestiona el fondo de participaciones industriales del Gobierno y las tres diputaciones) pasarán de forma progresiva al Instituto.

Zenarruzabeitia destacó en la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno que su creación llega en un momento económico clave y servirá para facilitar el acceso a la financiación de las empresas en estos momentos de crisis. El Instituto será el "instrumento perfecto", destacó la vicelehendakari, para el desarrollo del nuevo fondo de garantías y las líneas de crédito a las empresas que aprobará el Consejo de Gobierno el próximo martes. Este fondo estará dotado con un total de 500 millones de euros, según anunció el lehendakari el viernes pasado y se destinará a avales a empresas.

Zenarruzabeitia quiso dejar claras las funciones del Instituto, que la oposición criticó el año pasado como el embrión de un banco público. La figura ya existe en otras comunidades autónomas.

Sus estatutos le encomiendan gestionar la tesorería, las finanzas y el endedudamiento de las administraciones y sus empresas y sociedades. Controlará los avales, las participaciones empresariales a través de sociedades de garantía recíproca, la asesoría financiera y todas aquellas tareas de carácter financiero que le encomiende el Gobierno. En definitiva, el Departamento de Economía y Hacienda quiere recuperar plenamente el control y eficiencia de los recursos públicos, algo que Zenarruzabeitia llamó ayer "racionalización" y "unificación" ante la diversidad existente.