Irak expulsará a 3.500 opositores iraníes
El Gobierno iraquí ha decidido expulsar del país a los Muyahidin Jalq (Combatientes del Pueblo), un grupo disidente iraní al que Sadam Husein dio refugio y armas. Esta organización, calificada de terrorista por Irán, la UE y EE UU, se encuentra en un limbo legal desde la invasión de Irak. Teherán lleva años presionando a Bagdad para que cierre la base de Asheraf, en la que se encuentran confinados y desarmados sus últimos 3.500 miembros, que serán deportados a Irán o a un tercer país.
La decisión, en vísperas de un viaje a Teherán del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, se anunció el domingo. No es la primera vez que Irak amenaza con expulsar a los muyahidín. Ya en diciembre de 2003, el Consejo de Gobierno nombrado por EE UU dijo que los milicianos tenían que salir del país, pero la orden nunca se cumplió. Ante el malestar de Teherán, Washington se limitó a desarmarlos y, a pesar de considerarles miembros de una organización terrorista, les otorgó el estatuto de "personas protegidas bajo la Convención de Ginebra".
El curioso acuerdo suscitó los recelos del régimen iraní, que para evitar que se convirtieran en una baza en su contra, les ofreció una amnistía en 2004 a la que apenas se acogieron unos centenares.
El Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI), el brazo político de los Muyahidin Jalq, alcanzó cierta notoriedad cuando en el verano de 2002 uno de sus miembros, refugiado en EE UU, reveló que Irán tenía un programa nuclear secreto. Muyahidin Jalq se creó en 1965 como fuerza de oposición al Sha. Pero tras la revolución islámica no encontró acomodo y siguió su lucha contra los clérigos que la habían liderado.
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