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El divorcio Warner / YouTube llena de incertidumbre la industria musical

La ruptura entre la discográfica y el portal de vídeos es un hecho inédito en el sector

En unos días será cada vez más difícil ver vídeos musicales oficiales de Madonna en YouTube, y lo mismo puede ocurrir con los de Eric Clapton, REM, Red Hot Chili Peppers o Miguel Bosé, entre otros. Es el resultado del desencuentro entre Warner, una de las cinco mayores discográficas del mundo, con YouTube, el gran portal de vídeos en Internet.

Que Warner, con un 21% del mercado musical en Estados Unidos, rompa su acuerdo de colaboración con YouTube firmado en 2006 puede hacer peligrar los cimientos de la web por el efecto dominó que provocaría que otras discográficas sigan su ejemplo y abandonen sus respectivas alianzas con el gigante de la Red.

En un comunicado, la discográfica asegura que no pueden "aceptar unas condiciones que no compensan de forma justa" a sus artistas por el beneficio que producen. También argumentan que aquel acuerdo de 2006 dio a YouTube el prestigio necesario para vender meses después su empresa a Google por 1.650 millones de dólares, unos 1.300 millones de euros.

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Lo que comenzó como un sistema para que dos amigos se pudiesen mandar un vídeo de una fiesta se ha convertido en una sabrosa vía de negocio que ha dejado tocado al modelo de televisión musical instaurado por la MTV en los ochenta. A las discográficas, afectadas por la crisis desde 2004, el detalle no les pasó inadvertido. Warner fue la primera en ponerse las pilas y firmó con YouTube. Un movimiento que rápidamente siguieron otras grandes del negocio musical como Universal, Sony Music y Vivendi. De repente, YouTube pasó de ser una posible fuente de piratería a una fuente imprescindible de dinero.

Los acuerdos de las discográficas con YouTube se construyen a partir del reparto de ingresos de publicidad generados por el portal, tanto de los artistas que pertenecen a los sellos como de los beneficios obtenidos por vídeos colgados por usuarios privados. Desde hace algo más de un año, YouTube dio un impulso a la publicidad en su web, aumentando sus beneficios económicos. Pero ¿podría realmente este desacuerdo poner fin a su imperio en Internet, si otras discográficas también imitan a Warner?

Si se hace caso a lo expresado por Rio Caraeff, vicepresidente de Universal en EE UU, hace unos días en una entrevista a Cnet News, en YouTube pueden respirar relativamente tranquilos... por ahora. "Es un flujo de ingresos y una actividad comercial en sí misma", dijo Caraeff. "Nuestros ingresos en esta categoría crecen un 80% anual en EE UU".

Así, Universal ha pasado de ingresar cero dólares en 2005 por sus vídeos en Internet a 100 millones de dólares en la actualidad. Pero a Warner no le salen las cuentas. O no le salen tan bien como querrían. Desde Warner España se asegura que "no existen por ahora instrucciones sobre la suspensión del acuerdo" y advierten que "esos tipos de contratos primero se solucionan en EE UU, y luego afectan en nuestro país". YouTube España no quiso hacer declaraciones a este diario y se remitió a un blog donde se dice que "se buscarán otros socios".

YouTube tiene en España más de 11 millones de visitas al mes y sólo en octubre 100 millones de personas en EE UU entraron en su web. En nuestro país, el portal tiene acuerdos con radios (RTVE), agencias de noticias (Efe y Europa Press) y televisiones (Antena 3 o Cuatro). Pero el problema con Warner ya ha provocado escalofríos en los despachos de otras discográficas como Vivendi's, Sony o EMI. Si Warner creó tendencia al firmar el primer acuerdo con YouTube... también podría crearla al romperlo.

Red Hot Chili Peppers, cuyos vídeos pueden desaparecer de YouTube.
Red Hot Chili Peppers, cuyos vídeos pueden desaparecer de YouTube.AP

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