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El Defensor del Paciente alerta de deficiencias en la prescripción de la píldora y pide un protocolo

La prescripción de la anticoncepción de emergencia, o píldora del día después, no funciona bien en la región. Y por una vez quien lo asegura no son las asociaciones de planificación familiar, ni los partidos de la oposición, ni las mujeres que la necesitan. Lo dice el defensor del paciente de la Comunidad de Madrid, Juan Ignacio Barrero, en una recomendación que ha hecho llegar a la Consejería de Sanidad y en la que reconoce "deficiencias" y propone varias medidas para que la población pueda acceder con garantías a la píldora poscoital, aprobada por el Ministerio de Sanidad en 2001.

El defensor empieza manifestando la llegada de "diversas reclamaciones, quejas y sugerencias" por la falta de prescripción en los centros sanitarios del Servicio Madrileño de Salud que atienden urgencias sanitarias.

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Su primera conclusión es que la prescripción no es uniforme. Se aprecia, asegura, "una variabilidad extrema entre las intervenciones sanitarias, dependiendo del nivel asistencial, centro e incluso condicionándose al facultativo concreto". Pero ésta, asegura Barrero, "no es la única deficiencia", por lo que cree "necesario" que la consejería "fomente el mantenimiento y ampliación de los recursos sanitarios de atención e información sanitaria en materia de sexualidad, planificación familiar y anticoncepción de emergencia".

Por todo ello, el defensor, figura que nombra el presidente de la Comunidad a propuesta del consejero de Sanidad, recomienda varias medidas. La primera, formar un grupo de trabajo para "elaborar un protocolo consensuado" que se aplique en todos los centros de salud. Ese protocolo tendría que regular, entre otras cosas, "la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios". En este punto, el defensor recuerda que se deben garantizar los derechos constitucionales de protección de la salud y prestación sanitaria.

Barrero destaca otros puntos, como "la accesibilidad de los centros". Y apunta que debería valorarse la posibilidad de "facilitar la prescripción desde centros de salud y centros de urgencias de atención primaria y, excepcionalmente, en los servicios de urgencia hospitalaria". Ésta es una de las principales peticiones de la Asociación de Planificación Familiar de Madrid, que lleva años reclamando una norma que regule en la Comunidad la anticoncepción de emergencia y que establezca un circuito claro para evitar la situación de desamparo que viven muchas mujeres actualmente. En otros países la píldora es de venta libre en farmacias, y comunidades como Cataluña la dan gratis en hospitales y servicios de urgencias.

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El defensor también sugiere "realizar una amplia campaña de divulgación dirigida a los ciudadanos sobre los recursos sanitarios que prescriben esta anticoncepción". Algo que, ahora mismo, es inexistente, al no estar editado ningún folleto que unifique la información. Cada centro de salud elabora sus propias fotocopias con direcciones y teléfonos de esos recursos.

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