Bilbao y San Sebastián ahorran energía y reducen las emisiones de CO2

Los ayuntamientos de Bilbao, San Sebastián, Durango (Vizcaya) y Beizama (Guipúzcoa) implementarán proyectos de mejora ambiental, gracias a los cuales dejarán de emitir 1.500 toneladas de CO2 al año (uno de los principales gases causantes del efecto invernadero) y reducirán su consumo energético anual en más de dos millones de kilovatios/hora (kwh). El Ente Vasco de la Energía (EVE) y la sociedad pública de gestión medioambiental Ihobe subvencionarán estas iniciativas con un total de medio millón de euros.

En concreto, el Ayuntamiento de Bilbao renovará las instalaciones del polideportivo de Rekalde, donde introducirá sistemas de captación de energía solar y fotovoltaica, mientras que el consistorio donostiarra sustituirá las luminarias de siete polideportivos y de un frontón.

En el caso de Durango, se implantarán equipos estabilizadores de tensión y reductores de flujo luminoso en los cuadros del alumbrado público. Por su parte, en la localidad guipuzcoana de Beizama instalarán un sistema de calefacción y producción de agua caliente sanitaria que dará servicio al ayuntamiento y la localidad.

La financiación de estos proyectos tiene su origen en el convenio suscrito por Ihobe y EVE el pasado junio. Ambas sociedades se comprometieron a apoyar de manera conjunta una serie de proyectos "singulares" promovidos por ayuntamientos, mancomunidades o agrupaciones análogas de municipios, instituciones públicas o empresas públicas o privadas concesionarias de servicios públicos.

Mayor eficiencia

El objetivo principal de esta iniciativa es contribuir a que se desarrolle un uso más eficiente de la energía, apoyar el empleo de las energías renovables y, sobre todo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La emisión total de este tipo de gases atribuibles a la actividad socioeconómica del País Vasco en 2007 fue de 25,3 millones de toneladas de CO2, un descenso del 1% respecto a las registradas en 2006 y un crecimiento del 21% con relación a 1990.

El objetivo asumido en el Plan Vasco de Cambio Climático consiste en llegar a situar las emisiones de la comunidad en un 14% más respecto a 1990 por lo que aún queda mucha labor por desarrollar. El sector energético, con un descenso del 0,3%; el transporte, que se incrementa un 7%, y el industrial con un 5% menos de emisiones respecto a 2006, son los que más contribuyen al computo total de emisiones. El sector primario ha reducido sus emisiones en un 23%, mientras que el residencial y de servicios lo ha hecho en un 1%.