Fomento revisará la calidad de las obras del AVE en Guipúzcoa

El gestor ferroviario dependiente del Ministerio de Fomento, Adif (Administración de Infraestructuras Ferroviarias), realizará auditorías mensuales para controlar la calidad de las obras de construcción del AVE vasco en el tramo guipuzcoano, cuya ejecución corresponde al Gobierno autónomo. La entidad pública encargada de gestionar la red nacional de trenes ha contratado los trabajos de consultoría y asistencia para realizar el control de los trabajos en la línea de alta velocidad comprendida entre Bergara e Irún.

Este tramo de la Y férrea, de 79,3 kilómetros de longitud y dividido en 18 subtramos, está siendo gestionado por el Departamento de Transportes en función del acuerdo cerrado entre los dos gobiernos en abril de 2006. El Ejecutivo autónomo, que pagará la construcción de todo el corredor guipuzcoano y después descontará ese costo del Cupo, inició las obras del AVE en esa provincia en agosto pasado entre Ordizia e Itsasondo (2,8 kilómetros bajo túnel).

Adif ha contratado los trabajos de consultoría para supervisar estas obras con un presupuesto de 2,9 millones de euros y una ejecución de cinco años, el plazo actual para concluir los trabajos. Tal control será "independiente" del que presta el personal de las empresas adjudicatarias, lo que no supondrá "en ningún caso una duplicidad de funciones", según informó ayer la Delegación del Gobierno.

Los consultores contratados por Adif elaborarán un informe mensual de seguimiento de la calidad de la construcción de cada uno de los 18 subtramos y se encargarán de asesorar sobre los problemas específicos o los nuevos planteamientos que surjan durante la realización de las obras, como cuestiones geotécnicas, tierras, estructuras, túneles y obras de fábrica, que motiven la redacción de modificaciones de proyecto o requieran obras complementarias.

La estación más profunda

Mientras, la nueva estación de Miribilla, en la línea de Cercanías de Renfe Bilbao-Orduña, entrará en funcionamiento mañana tras una inversión de 1,3 millones de euros. Está construida a 43 metros bajo tierra y es la estación de tren más profunda de España. Su construcción ha supuesto un "reto de ingeniería sin precedentes", resaltó ayer el ente gestor de Fomento.

Tiene su acceso a través del mismo centro del nuevo barrio bilbaíno de Miribilla, y dará servicio a zonas próximas como San Adrián, Larraskitu y Torre-Urizar. Fomento calcula que unas 20.000 personas podrán usar esta nueva estación y acceder en apenas tres minutos a la estación de Abando, donde podrán conectar con el resto de la red de transporte.