El PP retoma la confrontación más dura sobre el terrorismo

El futuro de los ayuntamientos gobernados por el partido ilegal ANV le ha servido al PP para hacer el primer amago serio de desmarcarse del nuevo acuerdo antiterrorista sellado el pasado julio entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Con ese pacto ambos se comprometían a sacar del debate político la lucha antiterrorista, pero ayer la dirección del PP y el sector más duro del partido cruzaron esa línea por primera vez esta legislatura.

El PP va a presentar mociones en todos los ayuntamientos pidiendo la disolución de los 42 consistorios gobernados por ANV. Y ayer la número dos del partido, María Dolores de Cospedal, puso directamente en duda la "voluntad antiterrorista" del Gobierno. La secretaria general de los populares aseguró en un acto de FAES -la fundación que preside José María Aznar- que esa voluntad "no es clara si no se plasma en la disolución de los ayuntamientos de ANV".

De la Vega pide a Rajoy que "venza la tentación de volver a las andadas"

Cospedal pone en duda la "voluntad antiterrorista" del Ejecutivo

El asunto ha resucitado a miembros del sector del PP que encabezaron las marchas contra el Gobierno sobre terrorismo en la anterior legislatura y que consideran demasiado blanda la estrategia de Rajoy. Ese sector cree que Rosa Díez está ganando esa partida al PP en el Congreso.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, llegó a acusar ayer a Zapatero de negociar con ETA. "Aunque de cara a la galería esté aplicando contra ETA una postura distinta de la de la pasada legislatura, está pensando en volver al mal llamado proceso de paz; o sea, a la negociación política con los terroristas", dijo. Hasta Ángel Acebes reapareció el jueves en una cena del PP de Madrid para preguntar: "¿Qué es ese debate de si hay los requisitos legales o de si no los hay para poder echar a los terroristas de los ayuntamientos? Lo hizo el Gobierno de Aznar, nosotros los echamos y ahora también se puede hacer".

El Gobierno ha acusado el golpe y ayer la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega pidió a los líderes del PP que "venzan la tentación de volver a las andadas" y "sembrar dudas sobre las intenciones del Ejecutivo pensando sólo en un puñado de votos". De la Vega insistió en la "firme voluntad" del Gobierno de acabar con el terrorismo y en su intención de ensayar todas las posibilidades del artículo 61 de la ley de Régimen Local: "El Gobierno trabaja en todos los frentes para combatir a ETA y para que los miembros de ANV no puedan gobernar en los ayuntamientos".

En esta línea, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió en Bruselas un voto de confianza a los ciudadanos e instó al PP a no volver a hacer de la lucha contra el terrorismo "escenario de iniciativas partidistas y unilaterales" como en la anterior legislatura. "Estamos en el buen camino para acortar los plazos para el fin de la violencia. "Que nadie haga partidismo con ninguna sigla ni ningún ayuntamiento", reclamó.

[La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, rechazó ayer con más dureza que ningún otro dirigente del PP las palabras del presidente fundador del partido, Manuel Fraga, que la víspera propuso "colgar" a los nacionalismos. Y las comparó con el insulto al PP del presidente de la Federación de Municipios, el alcalde socialista Pedro Castro. "Si Fraga presidiera una federación de nacionalistas, tendría que dimitir, sin duda", afirmó Aguirre, informa Europa Press].