Bruselas opta por el realismo en la inyección de capital público a la banca
Kroes responde a las críticas: "No somos un ejército de burócratas que quiere molestar, somos socios" - Las entidades deberán pagar un 8% por los fondos
La urgencia en asegurar que los bancos vuelvan a prestar dinero a empresas y particulares ha forzado a la Comisión Europea a interpretar de manera "equilibrada" las normas sobre ayudas de Estado a los bancos. La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, presentó ayer las directrices detalladas sobre recapitalización de bancos que le habían pedido los ministros de Economía, exigiéndoles más flexibilidad. Kroes aseguró que "no había claudicado", y que "mantenía los principios" que aplicará de manera pragmática.
El objetivo de fondo de las directrices era facilitar la recapitalización de los bancos "para recuperar la estabilidad financiera y ayudar a restaurar la confianza necesaria para restablecer los préstamos entre bancos". A raíz de la crisis, especialmente tras la caída de Lehmann Brothers, el pasado 15 de septiembre, los bancos sanos cortaron el crédito y prefirieron asegurar niveles más elevados de solvencia.
Para reavivar el sistema financiero, varios países elaboraron sistemas de recapitalización de sus bancos privados con fondos públicos, dado el encarecimiento de dinero en el mercado para estos objetivos, que según la Comisión se sitúa en torno al 15%. Las directrices de la Comisión presentadas ayer estiman que "la remuneración para las recapitalizaciones de Estado no pueden ser tan altas como los actuales niveles de mercado".
En este sentido, Kroes propone un rendimiento para las ayudas públicas de en torno al 8%. Ello supone una banda que va desde un mínimo del 7% para las acciones preferentes, con características similares a la a la deuda subordinada, hasta el 9,3% para las acciones ordinarias. Algunos técnicos de la Comisión habían barajado hasta ahora el 10% como criterio de referencia para la remuneración de ayudas públicas.
La comisaria consideró "injustas" las críticas recibidas durante los últimos días, por defender un marco de competencia igual para todos. "No somos un ejército de burócratas que quiere molestar a los demás. Somos socios". Y Recordó que sólo hay 50 funcionarios para analizar los planes de los bancos de toda la UE.
En línea con el BCE
Significativamente, la Comisión ha optado por aplicar los criterios establecidos por el Banco Central Europeo el pasado 20 de noviembre, cuyos técnicos trabajan conjuntamente con los de la Comisión sobre este punto. Kroes ha tenido que flexibilizar su postura por imperativos de pragmatismo y sobre todo "para asegurar los préstamos a la economía real".
El documento de la Comisión advierte seriamente de varios riesgos por un posible mal uso de las ayudas de Estado. Así, advierte de que "la recapitalización por un Estado miembro de sus propios bancos no debería dar a estas entidades una ventaja competitiva sobre los bancos de otros Estados miembros". En segundo lugar, señala que "una recapitalización de bancos dentro de un Estado sin diferenciar distintos niveles de riesgo puede dar una ventaja indebida a los más deteriorados o con menor rendimiento". En tercer lugar, se quiere asegurar que la remuneración de la recapitalización no debería dejar en una posición menos competitiva a los bancos que no han recibido ayudas públicas.
Estos criterios deben enmarcarse dentro de unos principios generales que establecen el carácter temporal de las recapitalizaciones, con revisiones cada seis meses, la fijación de criterios para la amortización de las ayudas y, sobre todo, evitar distorsiones de competencia. Sobre estas últimas se señala que "las inyecciones de capital deben limitarse al mínimo necesario y no permitir al beneficiario desarrollar estrategias comerciales agresivas". Además, se advierte a los bancos beneficiarios de que se abstengan de "desarrollar políticas de expansión comercial" y asegurar que "el capital inyectado es empleado en sostener los préstamos a la economía real".
En este nuevo clima de "realismo económico", la Comisión aprobó ayer las ayudas de Estado a los seis principales bancos franceses, por un valor de 10.500 millones (ampliable a 21.000 millones). París "adaptó las condiciones" y Bruselas fijó el 8% para remunerar el capital público. Posiblemente esta semana se autoricen también las ayudas al Commerzbank, pero la Comisión está pendiente de las últimas propuestas de Berlín.
Los principales salvavidas europeos a los bancos
- REINO UNIDO. El Gobierno nacionalizó en febrero el banco Northern Rock, primera gran víctima de la crisis hipotecaria en Europa. En octubre, RBS, Lloyd y HBOS pactaron una inyección de capital de casi 47.000 millones de euros a cambio de activos.
- FRANCIA. El Estado realizó en octubre una inyección de 10.500 millones en seis entidades: Crédit Agricole (3.000 millones), BNP Paribas (2.550), Société Générale (1.700), Crédit Mutuel (1.200), Caise d'Epargne (1.100) y Banque Populaire (950). El Gobierno participó con 3.000 millones junto a Holanda en el rescate de Dexia.
- ALEMANIA. El banco Hypo Real Estate, segundo mayor hipotecario del país, tuvo que ser nacionalizado en octubre. Está pendiente de aprobación el rescate del Commerzebank, con una inyección de 8.200 millones.
- PORTUGAL. El Gobierno nacionalizó en octubre el Banco Portugués de Negocios (BPN).
- HOLANDA. El gobierno decidió realizar una inyección de 10.000 millones en ING y otra de 3.000 en Aegon. Además, junto a Luxemburgo, elaboró un plan de rescate de 11.500 millones para Fortis a cambio de activos.
- ESPAÑA. El Estado no ha intervenido ningún banco, pero ha puesto en marcha un fondo de hasta 50.000 millones de euros para comprar activos 'sanos' de las entidades.
- ISLANDIA. Los tres principales bancos del país han sido nacionalizados.
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