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La izquierda 'abertzale' intenta marcar el final de la campaña en la UPV

La Ertzaintza desaloja a 31 alumnos que tomaron siete horas el Rectorado

Esta vez no hubo cristales rotos, mesas volando ni heridos. Ikasle Abertzaleak (IA), el sindicato estudiantil afín a la ilegalizada Batasuna, volvió ayer a intentar acaparar la atención de los medios informativos a sólo dos días de las elecciones en la Universidad del País Vasco (UPV), pero esta vez se decantó por una "acción pacífica" para acompañar un discurso inundado por el término "democracia", en el que arremetía contra los dos candidatos a encabezar la universidad pública: Marisol Esteban y el vicerrector Iñaki Goirizelaia.

Bajo el lema en euskera "Nos váis a escuchar, queráis o no", 31 manifestantes se encerraron en la planta baja del Rectorado en Leioa hacia las 12 de la mañana con la intención de ocupar el edificio durante 24 horas. La hora coincidía con el inicio del debate de los aspirantes a rector ante el claustro, acto que se trasladó a Portugalete precisamente para evitar altercados de los estudiantes abertzales. Tras largas negociaciones con miembros del equipo rectoral, que hicieron lo posible por evitar empañar la víspera de la jornada de reflexión con imágenes violentas, los alumnos radicales fueron desalojados por agentes de la Ertzaintza hacia las siete de la tarde sin oponer resistencia. El Rectorado reprobó los "hechos coactivos" de IA, prometió garantizar normalidad tanto hoy como durante la jornada de votaciones de mañana y exhortó a la participación para que una "minoría acostumbrada a obrar por la fuerza" no monopolice la voz estudiantil.

El Rectorado promete garantizar la normalidad en la jornada electoral

IA representa a una minoría radical de un estamento estudiantil que siente que las elecciones al Rectorado no van con él. Esa apatía, paralela a su movilización, le ha permitido hacerse con la mayoría de consejos de estudiantes de los centros y del consejo central. Su llamada a la abstención reduce al mínimo una participación de los alumnos que no suele pasar del 10%. Los estudiantes también están llamados mañana a las urnas para elegir a sus representantes en el claustro. Por tanto, el encierro de IA constituía a su vez un acto de campaña para mantener su posición hegemónica. El resto de alumnos organizados (Lurgorri, grupo nacionalista moderado, pide el voto para Goirizelaia, mientras que las agrupaciones definidas como independientes prefieren a Esteban) comprueban con impotencia cómo los violentos son los únicos capaces de movilizar al alumnado.

IA ha ido intensificando su boicot al Rectorado en los últimos cuatro años, con la oposición al Proceso de Bolonia como principal excusa para renovar sus protestas soberanistas, hasta escenificar durante el curso pasado auténticas batallas campales en Leioa. Han interferido con insultos y amenazas en todos los actos de campaña de los dos candidatos y han empapelado las facultades con carteles en los que llaman "fascista" a Esteban y "español" a Goirizelaia, quien ha contestado dedicando sus dos últimos actos de campaña a animar a la participación estudiantil. IA se queja de que el voto de un alumno sólo valga un 20% en el sistema ponderado, pero el abstencionismo obliga a hacer otra lectura: los pocos estudiantes que acudan a las urnas podrían decidir unos resultados que se esperan muy ajustados.

La beligerancia de los estudiantes independentistas ha sido un factor determinante para que los profesores del sector abertzale de la UPV no presenten su propia candidatura. Iñaki Antigüedad, su candidato, logró pasar a la segunda vuelta con Pérez en 2004, con un gran respaldo estudiantil. La rotunda oposición de IA a cualquier aplicación de un proceso de convergencia europea ya imparable ha impedido repetir la experiencia. La división entre profesores y estudiantes abertzales quedó definitivamente patente ayer: mientras que IA se encerraba en el Rectorado, el sector encabezado por docentes como el propio Antigüedad y la dirigente independentista Arantza Urkaregi pedían en una nota el voto a Goirizelaia, para frenar a una candidata más reticente a avanzar en la euskaldunización.

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En ese panorama de división, la izquierda abertzale oficial se ha decantado por el discurso duro de IA, anunciando que no respaldará a ningún candidato.

Un debate en el Claustro concluye la pugna entre Esteban y Goirizelaia

La campaña electoral en la UPV se cerró ayer con la sesión en el Claustro en la que los dos candidatos, Iñaki Goirizelaia y Marisol Esteban, presentaron sus programas y contestaron a las preguntas que los claustrales les habían planteado los días anteriores por correo. El acto estuvo marcado por las presiones de los estudiantes abertzales. Su boicoteo constante durante la campaña electoral obligó a los responsables académicos a trasladar la celebración del Claustro de su escenario habitual, el Aula Magna en Leioa, a la Escuela de Naútica en Portugalete, lugar en el que resulta más fácil controlar los disturbios.

Hace prácticamente un año, los manifestantes lograron reventar un claustro en Leioa asaltando el Aula Magna. Ayer, estudiantes claustrales de Ikasle Abertaleak interrumpieron en reiteradas ocasiones los discursos de los dos aspirantes. Una docena de ellos se fueron levantando uno a uno para exhibir carteles de protesta y gritar contra el proceso electoral y el Plan de Bolonia.

Goirizelaia, actual vicerrector del campus de Vizcaya, dedicó su discurso a prometer avances en materia de investigación e internacionalización,presentando como aval su experiencia en gestión y sus propuestas de una docencia multilingüe y más programas de movilidad. Su oponente, la catedrática de Economía Aplicada Marisol Esteban, se centró en criticar la labor del actual equipo rectoral. "Ha puesto en marcha un proceso de adaptación de las titulaciones que carece de criterios académicos", afirmó. Además, sostuvo que los criterios de política lingüística "han prevalecido sobre cualquier otra consideración en la contratación de personal docente e investigación".

La actitud hacia el euskera ha sido uno de los asuntos en que más se ha reflejado la polarización que caracteriza a estos comicios, con los que se pone fin a medio año de interinidad, después de que el actual rector, Juan Ignacio Pérez, no lograse revalidar su mandato en mayo. Pérez no pudo presentar ayer su informe de gestión por falta de quórum.

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