España buscará con EE UU una relación militar "equilibrada"

"La potenciación de una relación sólida y equilibrada de cooperación con Estados Unidos" y "la asunción solidaria con nuestros socios y aliados de nuestros compromisos" serán dos de los ejes de la política española de seguridad y defensa en los próximos cuatro años.

Así figura en la Directiva de Defensa Nacional 1/2008, que la ministra Carme Chacón presentará hoy ante la Comisión de Defensa del Congreso. Se trata del segundo documento de este tipo desde que Zapatero es presidente -el anterior data de 2004, pues se elabora uno por legislatura- y el primero tras la Ley de Defensa Nacional de 2005, que obliga a someter a aprobación parlamentaria las operaciones en el exterior.

Tanto la relación con EE UU como la solidaridad con los aliados ya figuraban, con mayor o menor énfasis, en documentos anteriores, pero adquieren nueva relevancia ante la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca y su promesa de abandonar el unilateralismo en política exterior, retirar las tropas de Irak e incrementarlas en Afganistán.

Aunque la directiva no entra en detalles concretos, alude a la necesidad de "proseguir con el esfuerzo para lograr un marco de seguridad para la agenda de desarrollo en Afganistán".

El objetivo de lograr una "cooperación equilibrada" con EE UU tiene especial significado, pues en 2010 concluye la vigencia del Convenio de Defensa y Madrid aspira a que Washington lo eleve a la categoría de tratado, para que tenga igual rango a ambas orillas del Atlántico.

No obstante, la principal novedad de la directiva es el compromiso de elaborar una Estrategia de Seguridad Nacional, que siente las bases para dar una respuesta integral a los nuevos desafíos en materia de seguridad, desde el terrorismo yihadista a los ataques cibernéticos.

Revisión anual

Además, se subraya la necesidad de que Defensa y Hacienda desarrollen un marco financiero estable para completar la transformación de las Fuerzas Armadas y garantizar su participación en misiones en el exterior. Durante la Transición, los ejércitos contaron con una ley de sostenimiento económico, pero luego se han nutrido del presupuesto anual, las ventas de inmuebles y un crédito ampliable para misiones en el exterior.

De entre las 26 directrices que fija el documento destacan las siguientes: la acción única del Estado en seguridad y defensa; el compromiso de España con la defensa de la paz y la seguridad internacionales: la obtención del máximo respaldo social y parlamentario; la asunción solidaria con nuestros socios y aliados de nuestros compromisos; y la transformación dinámica y permanente de las Fuerzas Armadas. Como novedad, el cumplimiento de las directrices será evaluado por el Consejo de Defensa Nacional, máximo órgano asesor del presidente, que elevará un informe anual a Zapatero.

Tras la sesión de hoy, está previsto que el documento sea analizado por el propio Consejo de Defensa Nacional, reunido en sesión solemne bajo la presidencia del Rey, antes de que en diciembre lo firme Zapatero.

La elaboración de esta directiva ha sido diferente de las siete anteriores, pues ha contado con la participación de los departamentos representados en la comisión interministerial de Defensa: Defensa, Interior, Asuntos Exteriores y Economía y Hacienda. Además, el secretario general de Política de Defensa, Luis Cuesta, se reunió el pasado día 13 con los portavoces parlamentarios para informarles de sus líneas maestras.