Ibarretxe resalta el doble reto de los empresarios frente a ETA y la crisis
El 'lehendakari' reclama más autogobierno para seguir progresando
Cuando el Rey cedió el uso de la palabra al lehendakari, Ibarretxe se levantó de su silla y caminó hacia el atril sacando un folio doblado en cuatro. Hizo un discurso ordenado con cuatro reflexiones. Tras decirles a los empresarios que toda la sociedad confía en ellos, entró de forma directa al asunto más recurrente de la jornada: el terrorismo. Reconoció a los empresarios su doble mérito al enfrentarse a los rigores del mercado y a "la violencia de unos malnacidos", en un discurso más contundente que el de otras ocasiones. Ibarretxe reconoció que Euskadi no ha sabido resolver la lacra terrorista, que está "pendiente".
El lehendakari recurrió a una de sus imágenes más y más repetida, la de las personas con cara y ojos, pero también quiso lanzar un mensaje de esperanza en estos tiempos difíciles de crisis económica. Recordó que hace 25 años la situación era mucho peor y se logró salir adelante. Si entonces el desempleo llegaba al 25%, hoy es cinco veces inferior; si entonces había 640.000 empleos, ahora son un millón; si entonces integraban el tejido empresarial vasco 117.000 compañías, hoy son casi 177.000.
Ibarretxe defiende que Euskadi saldrá reforzada de la crisis económica
El 'lehendakari' cita la capacidad de innovar como palanca del cambio
Rememoró Ibarretxe las palabras de hace 25 años del vicelehendakari Javier García Egotxeaga, quien anticipó la transformación vasca, y dijo que, pese a los problemas, Euskadi saldrá reforzada. Ibarretxe vio como motor de este cambio "la recuperación del espíritu emprendedor", que ya, destacó, nadie niega.
El lehendakari aseguró que el empresariado ha sido un "aliado estratégico para conseguir desarrollo y bienestar" en Euskadi. Hizo un llamamiento, que ya ha reiterado en las últimas semanas, a la colaboración entre la sociedad, el empresariado y las instituciones, fórmula que hace poco más de una semana calificó de nueva cultura política.
Firme y constante en sus convicciones, Ibarretxe defendió el autogobierno como elemento de progreso: "Decidir aquí es progresar. Así lo hemos demostrado. Cada vez que hemos tenido más capacidad de decidir aquí, en Euskadi, política, social y económicamente, hemos progresado, hemos mejorado". Ibarretxe no citó el derecho a decidir, pero sí apuntó ante el Rey y lo más selecto del empresariado vasco que en el "futuro seguirá siendo de esta misma manera". Para Ibarretxe, el autogobierno supone la clave del futuro y explica el éxito del pasado, pero también incluyó otros aspectos como la formación.
El lehendakari recordó que más del 80% de la población vasca de 20 a 24 años cuenta actualmente con estudios secundarios o superiores. "Son personas bien formadas y bien cuidadas", resaltó. También la apuesta por la economía real ha contribuido a que Euskadi pueda afrontar mejor la crisis económica. A ello sumó la alianza entre sociedad, empresa y Administración: "Aprendemos cada día trabajando juntos para dar salida a la crisis. Muchas iniciativas y medidas han sido alumbradas desde la reflexión conjunta".
No renunció Ibarretxe a la innovación y la internacionalización: "Hace 25 años tuvimos una palanca de transformación de la sociedad, que fue el espíritu de supervivencia. Hoy somos una sociedad con un buen nivel de vida. No es el espíritu de supervivencia la palanca de transformación de la sociedad. Es la innovación lo que tiene que incorporar el pueblo vasco al ADN para tener presencia en el mundo".
Ibarretxe quiso tener palabras de recuerdo para los cuatro presidentes que ha tenido Confebask en estos 25 años. Citándoles cerró su intervención: el fallecido José María Vizcaíno, Baltasar Errazti y Román Knörr, que seguían el acto en primera fila, y el actual Miguel Lazpiur, sentado en la mesa presidenciañ.
El entusiasmo por don Juan Carlos
Si el empresariado vasco es un reflejo de la sociedad, hay que concluir sin duda que los vascos son muy monárquicos. Más allá del protocolo y las muestras de respeto, los asistentes al 25º aniversario de la patronal Confebask aplaudieron con ganas la intervención del Rey y muchos buscaron la fotografía con el monarca o el saludo real.
Nada más entrar don Juan Carlos en el Palacio Euskalduna le esperaba el pleno de Confebask para la foto de familia. El monarca fue saludando uno a uno a todos los presentes. Dio más de 30 veces la mano y subió los peldaños de la grada preparada para la foto para no dejar de saludar a ninguno de los presentes. A todos se les veía sonrientes y satisfechos, lo mismo al representante de Euskaltel, Francisco Allende, que al presidente de la patronal alavesa SEA, Juan José Azurmendi, o el de la vizcaína, José María Vázquez Eguskiza.
El entusiasmo se repitó después del acto, cuando el Rey recorrió con los principales responsables de Confebask y otras autoridades el vestíbulo del palacio de congresos, donde se estaba sirviendo un tentempié. Especialmente efusivo fue el abrazo entre don Juan Carlos y el presidente de Petronor y ex presidente del PNV, Josu Jon Imaz. El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, hizo de maestro de ceremonias.
Imaz siguió el acto desde la primera fila del auditorio junto a los presidentes de las tres cajas vascas -Gregorio Rojo, de la Vital; Xabier de Irala, de la BBK, y Xabier Iturbe, de la Kutxa, en animada conversación-, o Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, con su número dos, Juan Luis Arregui. A ellos se sumaban Álvaro Videgain, presidente de Tubacex; Alejandro Echevarria, máximo responsable de Telecinco; José María Aldekoa, presidente de MCC; Matilde Elexpuru, al frente de la Asociación de Empresarias de Vizcaya; Ángel Iglesias, presidente de Ikusi, o Fernando Querejeta, su homólogo de la ingeniería Idom.
Los representantes institucionales hicieron casi pleno. Tan solo faltó el consejero de Empleo, Joseba Azkarraga, quien ya había adelantado que no iría al acto. Además del lehendakari, acudieron los tres diputados generales -José Luis Bilbao, Markel Olano y Xabier Agirre-; el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna; los presidentes de las Juntas Generales de Vizcaya, Ana Madariaga, y Álava, Juan Antonio Zárate, o la consejera de Industria, Ana Aguirre.
Los líderes del PNV, Iñigo Urkullu; el PSE-EE, Patxi López, y el PP vasco, Antonio Basagoiti, encabezaron las representaciones de sus partidos. Estuvieron también en el acto los secretarios generales de CCOO y UGT en Euskadi, Josu Onaindi y Dámaso Casado, respectivamente. Mientras este último permanecía en segunda fila, en el lugar que le habían reservado, el primero prefirió mezclarse entre el público y ocupó una plaza en mitad del auditorio.
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